Profecía agradable a los oídos


Actualmente en las iglesias abundan los llamados profetas locales e internacionales, estos últimos causan mayor expectativa que los locales porque se cree traen palabra “fresca” o revelada.

Con este tipo de profecía los pastores de iglesias de mayoría pentecostal logran tener atrapados a sus seguidores porque en lo general todos estos profetas traen palabras de mejoría, de prosperidad, de alcanzar metas, puestos de trabajo, etc.

Y es común escucharlos decir:

Vas a ser un gran hombre/mujer de Dios, vas a ser muy utilizado/a, vas a estar sano/a, la pobreza no te va a alcanzar, serás prosperado/a en gran manera, no vas a poder contener todo lo que vas a recibir de Dios, Dios tiene más que darte de lo que le estás pidiendo, ese carro que tienen en mente ya lo están ensamblando en la fábrica para ti, la casa que estás soñando la vas a recibir, ese puesto de trabajo y es tuyo, esa enfermedad que padeces vas a recibir sanidad y dar testimonio en este mismo lugar, etc, etc, etc.

Terminan diciendo que tú le tienes atadas las manos a Dios para recibir todas estás promesas porque no le eres fiel con su diezmo, citando varios versículos del Antiguo Testamento.

Cuando el que escucha tiene uno o varios de estos problemas sean económicos o de salud o material, este creyente puede pasar meses, 1 año, 2 o 3 hasta 5 años esperando esta profecía, y aún pensando que no las ha recibido porque no ha sido fiel en dar diezmos.

Y nunca la recibe porque este profecía no vino de parte de Dios, sino que la dijo ese profeta con fines personales.

De ahí resulta que cansado/a de no recibir estás promesas, su esperanzas disminuyen hasta cambiar de iglesia, y si es de la misma línea vuelve el mismo ciclo: no has recibido porque no has sido fiel, etc.

Eso no es profecía. 

La profecía consiste en hablarle a otros para edificarlo, exhortarlo y consolarlo (1ra Corintios 14:3)

No toda las profecías deben de ser de nuestro agrado.

Ninguno de los llamados profetas los hemos oído decir que vienen sufrimientos para los creyentes seguidores de Jesucristo (se les van todos sus seguidores)

Veamos este ejemplo

Todos queremos tener todos los dones que tenía el Apóstol Pablo…. Pero Pablo recibió profecía que no fue agradable a sus oídos, sin embargo continuó su caminar con Jesucristo a pesar de cualquier problema u obstáculo en su caminar con Dios

En Hechos 9:15 Jesucristo le dijo a Ananías:
15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes y de los hijos de Israel, 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.

A ninguno nos gustaría recibir está profecía.

Pero el caminar con Jesucristo no es camino o lecho de rosas.

En 1ra Carta de Pablo a los Tesalonisenses les dice:
Cap 3:3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones, porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. 4 Cuando estábamos con vosotros os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones; y así sucedió, como bien sabéis.

Los tesalonisenses no respondieron: reprendo esa palabra (como enseñan en algunas iglesias)

El cristiano debe saber que vamos a pasar por muchas pruebas y tribulaciones.

El cristiano que dice que nunca ha pasado ni pasará por prueba alguna, habla con mucho orgullo, porque la palabra de Dios dice que seremos probado como se prueba el oro, por fuego.

1 Pedro 1:6 Por lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que, sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, se prueba con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Entonces que debemos hacer?

Es dar gracias a Dios en todo y en cualquier dificultad.

Sé que es muy difícil porque sólo hemos aprendido a dar gracias por una mejora salarial, un buen empleo, comprar una casa, un carro, cena navideña, fin de año, regalos, compras, viajes al extranjero, es decir solo momentos agradables, de risas dónde no hay quejas, sufrimiento o llanto.

Cuando estamos pasando pruebas muy duras, es ahí es donde verdaderamente se pone a prueba nuestra fe, cuando la embarazada pierde a su hijo, cuando hemos perdido el trabajo, cuando el hijo/a es rebelde, mi hijo se alejó de Dios y anda en malos caminos, cuando el hijo está preso, o es alcohólico, cuando no tenemos que comer mañana, cuando me siento solo, cuando estoy pasando una etapa depresiva, todo nos sale mal, etc, etc, etc.

Son momentos que no hayamos que hacer.

Situaciones que hasta sentimos que el mundo se derrumba, que nada tiene sentido o importancia ya.

Yo era uno de los más incrédulos en situaciones como éstas…

La respuesta está en Jesucristo

Es cuando más debemos confiar en él (y no tiene que ver con lo del diezmo).

Si estamos pasando por duras pruebas, tenemos palabras de aliento y esperanza en la Biblia

En los salmos dice

34:19 Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará Jehová.

Por eso debemos sacar fuerzas cuando sintamos que ya no podemos Dios nos va a dar fuerzas

2 Corintios 12:10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Busca leer la Biblia, orar a solas, dando gracias a Dios por esa prueba, o llama amistades para compartir la palabra de Dios quizás la están necesitando igual que nosotros.

Estás sufriendo? Ten fuerza y espera la promesa de Dios.

Salmo 121:1 Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro? 2 Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.

Recuerda que debemos perseverar hasta el fin, prosiguiendo siempre a nuestra meta que es el llamamiento de Jesucristo.

No tengo que comer el día de mañana? voy a confiar en la palabra de Dios que dice que mañana será otro afán.

Estoy enfermo? Si pero confío en Jesucristo y su voluntad para vida.

Tu hijo anda en malos pasos? Debes Orar y pedirle a Dios por su vida.

Salmo 37:5 Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y él hará.

Esto que has leído es la profecía que estabas esperando escuchar.

No es ninguna expectativa, es la promesa que tiene Dios reservada para los que lo aman.

A Dios sea la gloria

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