El desánimo

1 Juan 5:1-9 Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. 2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua 4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7  Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

Vamos a reflexionar esta mañana sobre esta lectura que se describe únicamente en el libro de Juan, en donde de una forma sorprendente un ángel se aparecía a un estanque, de tiempo en tiempo, o sea que no se indica cada cuanto tiempo descendía el ángel.

Cada vez que llegaba el ángel, removía el agua y el primero en entrar era sanado.

Este es uno de los milagros que se diferencian de los otros milagros registrados en la Biblia, y es que este milagro se hacía de una forma periódica (de tiempo en tiempo), se hacía en el mismo sitio, y por último la forma que se hacía era a través de un ángel que primero removía el agua y el primero en entrar en el agua resultaba sanado.

Los otros milagros que se mencionan en la biblia fueron únicos, o sea que donde pasaba Jesús o sus discípulos se realizaban milagros, no eran como esta que estamos leyendo.

Este milagro tiene la peculiaridad de que solamente se sanaba el que entraba al agua en primer lugar, y solamente después que el ángel agitaba el agua.

De lo contrario no se daba el milagro.



Analicemos cómo se daba este milagro.

Actualmente existen algunos tipos de aguas que puedan mejorar, curar o sanar, ciertos tipos de enfermedades, pero no pueden sanar “todo” tipo de enfermedades.

Recordemos que la lectura menciona que esperaban entrar:

Versículo 3 “en los pórticos yacían enfermos, ciegos, cojos y paralíticos”

Actualmente se conoce que ciertas vertientes de agua en las cercanías de volcanes, como aguas termales, o sulfurosas, tienen ciertas propiedades para curar la piel como celulitis, acné, soriasis, micosis, en los huesos artritis,  enfermedades rinitis, asma, inclusive hasta se menciona que reduce el stress, etc.

Pero este tratamiento no es recomendable en enfermedades crónicas, a las mencionadas.

Pero en la lectura de hoy no se trata de aguas termales ni volcánicas o sulfurosas, se menciona que el estanque está dentro de Jerusalén.

1er característica: milagro instantáneo:
Pero este estanque tenía una particularidad que no solo sanaba ciertos tipos de enfermedades como las que mencionamos en las aguas termales o volcánicas, sino que sana todo tipo de enfermedades que al resultar sanos era realizado (con el simple hecho de sumergirse en el agua), de forma inmediata un milagro.

El efecto de las aguas termales no es un efecto milagroso, tiene un efecto a corto, mediano o a largo plazo, y en algunas enfermedades no tiene efecto muy significativo.

Sanidad a corto, mediano o largo plazo es una Sanidad

Sanidad de forma inmediata es un milagro

2da característica: solo se sanaba una persona
La diferencia del agua termal con la inmersión en el estanque de Betesda, es que en el estanque el milagro era inmediato, y era totalmente sano el primero que se sumergía en el estanque.

En otras palabras era 100% seguro ser sano el primero que se sumergía, la sanidad del agua nunca fallaba en sus efectos.

A la fecha no existe lugar alguno en donde en alguna fuente de agua, tenga este tipo de curaciones
milagrosas, de cualquier tipo de enfermedad ciegos, cojos, paralíticos, etc.

3ra característica: se deba de tiempo en tiempo
Esta última característica es única en los milagros relatados en la Biblia, de forma que los que no eran sanados, seguían esperando en el pórtico, hasta que otra vez (de tiempo en tiempo), viniera nuevamente el ángel.

Se imaginan este lugar, en calma después de que el ángel llegara y removiera el agua y el primero era sanado.  Pero luego todos a su lugar en su pórtico, a esperar que viniera y cuando venía el ángel eso debe haber sido un gran desorden de buscar cómo llegar primero al estanque para ser sanado “de cualquier enfermedad”. Verso 4.

Se imaginan un lugar así actualmente?

Yo creo que hasta ya existiría un negocio en ese lugar, para reservar lugar, hacer fila, etc.

Habrían “romerías” de gente por sanarse, aumento de turismo, hoteles, líneas aéreas, etc.

Este verso 4 no aparece en la Biblia NVI, ni en la Traducción del Nuevo Mundo.  (Como muchos otros que ya hemos analizado en estudios anteriores)

Pero el versículo 7 en ambas traducciones dice: “--Señor --respondió--,  no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua,  y cuando trato de hacerlo,  otro se mete antes.” NVI

El enfermo le contestó: “Señor, no tengo un hombre que me meta en el estanque cuando se revuelve el agua; y entretanto que yo voy, otro baja antes que yo”. TNM

Las palabras agitar y revolver el agua, no se menciona antes de este versículo en ambas traducciones, como entenderlas entonces?

El paralítico de Betesda
Volvamos a la lectura y enfoquémonos en el personaje principal que es el paralítico, llamado de Betesda.  

Aunque había muchos paralíticos, este tuvo esta particularidad porque no fue sanado por sumergirse en el estanque sino que fue sanado por nuestro Señor Jesucristo.

Verso 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.

No se indica que este hombre tuviera 38 años, se puede pensar que nació paralítico.

Verso 6 Cuando Jesús lo vio acostado y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: quieres ser sano?

Verso 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.

Este hombre tenía mucho tiempo, muchos años sin lograr entrar de primero al estanque.

Esperando a que alguien le ayudara a entrar de primer lugar.

38 años…

Se imaginan?

Ahí era una carrera de ciegos, cojos, paralíticos, leprosos, etc.

Este hombre no tenía nada de ánimo ni esperanza..

Ya habían pasado 38 años, cuantos habrán sido sanos en esos años.

A cuántas personas sanas logró ver este paralitico ser sanos?

El no tenía ganas de ser sano.
En 38 años, yo me quedo al borde del estanque para solo dejarme caer, o incluso ya estar sumergido solo sacando la cabeza para no ahogarme, para poder ser sano.

Esta lectura es para nuestra motivación

Esto igual pasa a muchas personas, que han estado tan cerca de la salvación, incluso tan cerca de la iglesia pero tan lejos de Dios.

Recuerdo cuando fui a un seminario cristiano, que en la noche al dormir en un cuarto con 4 personas, 3 de ellas nuevos como yo y el 4to tenía 10 años de estar en esa iglesia, y hasta después de 10 años, se mostraba entusiasmado, hasta 10 años de estar la iglesia tuvo su conversión real, (conversión con arrepentimiento).

Le pasó igual que el paralítico, sin ánimo de recibir su sanidad, en este caso sin ánimo de convertirse realmente.

Que hizo este hombre en la iglesia durante 10 años?

Igual que lo que hizo el paralítico durante 38 años !!

Nada !!

Esta motivación es para todos nosotros.
No puede ser posible que digan que el hermano o la hermana tal, tienen tantos años en la iglesia y aún su familia, sus amigos sus vecinos, sus compañeros de trabajo no le han visto ningún cambio.

Excusas del cristiano
El paralítico dijo: es que no tengo quien me lleve al estanque.

Así igual hay muchos cristianos que tienen una excusa para no obedecer la palabra de Dios.

- Es que no tengo a alguien que me acompañe a predicar.

- Es que no sé qué decirle a la gente al llegar a su casa

- Es que me falta conocer más de Dios para dar el paso

- Ahí te aviso cuando estudiamos la Biblia

1Pedro 1:6-7  En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7  para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

El oro aunque es valioso, no es más valioso que la fe.

De forma que cuando lleguemos a dar parte de nuestra vida, ante Jesucristo no nos va a probar por el oro o riquezas que tengamos, porque el oro es perecedero.

La fe en Jesucristo aún que pasemos abatidos, desanimados, “stressados”, debe mantenernos firmes para que cuando El venga nuestra fe nos mantenga en alabanza, gloria y honra para El.

Atribulados pero no derrotados

2Corintios 4:7-10 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 

Hay una alabanza que se inspiró en esta lectura, se llama: Cambiaré mi tristeza

Dice así en una de sus partes:

Estando atribulado pero nunca derrotado
y perseguido este hoy
maldiciones no me afectan pues yo sé a quien voy
en su gozo fuerte soy

aunque triste en la noche yo este, el gozo viene en la mañana…

Y la cantamos muy alegres, y aún decimos:

Sí, Señor, Si, Si, Señor, Amén.

Cuando alabamos a Dios estamos muy emocionados, pero cuando llega la prueba ahí nos desanimamos.

Ya no nos acordamos, ni decimos Sí, Señor, Si, Si Señor.

El Si, Señor, Si, Si Señor se convierte en No, Señor, No, No, Señor.

Lo que leímos en la carta a los Corintios, es la esperanza que debemos tener cuando pasemos por dificultades.

No debemos perder la esperanza
El paralítico de Betesda ya había perdido la esperanza.

No conocía de Jesús para tener la esperanza en Jesús.

Nosotros no debemos tener puesta nuestra esperanza en un salario, en una empresa, en un negocio, en la religiosidad, etc.

Algunos de nosotros tenemos muchos años de conocer de Dios, de Jesucristo, de su evangelio, de su palabra, pero no tenemos la esperanza en Jesucristo.

Que pasa cuando perdemos la esperanza?
Cuando perdemos la esperanza perdemos el deseo de cambiar nuestra vida para Jesucristo.

Es que no tengo ánimos.

Es que nada me resulta bien a mí.

Tengo mucho tiempo de estar esperando respuesta y nada.

Para mí ya no hay compostura, estoy acabado/a.

Debemos de plantearnos cambios radicales en nuestras vidas

Ya no titubear cuando alguien nos invite a algo que no le agradará a Dios.

Debemos de saber que Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros.

Pero no debemos de esperar como el paralítico a que alguien nos ayude a entrar el estanque.

Debemos dar el paso adelante para crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

La Fe es como un grano de mostaza.

Mateo 13:31-32  Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; 32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. 

Si le pedimos a Dios un árbol, nos lo va a dar, en forma de semilla.

El problema no está en la semilla

El problema no está en quien y como siembra la semilla.

El problema está en la tierra donde cae esa semilla.


Si esta semilla no la cuidamos no va a crecer hasta llegar a ser un árbol

Los discípulos se desanimaron
En el camino de Emaús, iban dos discípulos caminando, hablando de las cosas que habían sucedido con la muerte de Jesucristo

Lucas 24:15-24 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. 16  Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. 17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 18  Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? 19  Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20  y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. 21  Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. 22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; 23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. 24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.

Ellos estaban desanimados porque no fue el Cristo, que esperaban, habían perdido la esperanza?

Verso 21 "nosotros esperábamos que él era que había de redimir a Israel"

Y luego agregan como decimos nosotros "para colmo":  "y además de todo esto, hoy es el tercer día que esto ha acontecido"

Ellos estaban diciendo ya pasaron 3 días y nada de o que dijo.

Ellos estaban desanimados, casi sin esperanza.

Cuando tenemos aflicciones nos desanimamos

Santiago 5:13  ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 

Ahí tenemos la respuesta a nuestro desánimo, a nuestra aflicción.

Debemos orarle a Dios que nos ayude a pasar por cualquier problema o tribulación.

Salmos 71:5  Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,  Seguridad mía desde mi juventud.

Solo poniendo nuestra fe y esperanza en Dios, y mucho más desde nuestra juventud, estaremos preparados para esperar y recibir las promesas y los propósitos que Dios tiene para nuestras vidas.

Oremos
Te pedimos Padre Santo que tu nos quites cualquier gota o señal de desánimo en nuestras vidas.

Que nos alimentes la fe, la esperanza, que sepamos que detrás de cualquier problema o tribulación, aunque nos sintamos derrotados o sin salida a determinado problema, que tu nos ilumines el camino que debemos tomar.

Que no seamos como el paralítico de la lectura de esta mañana, que estaba esperando que alguien le ayudara para lograr su sanidad, la solución a su problema.

Porque este paralítico no conocía de Jesucristo tu hijo, quien es quien nos llevará tomados de la mano en cualquier tribulación o prueba.

Porque no tenía la esperanza puesta en ti, sino en cualquier otra cosa temporal y no duradera y eterna como es la fe en tu hijo Jesucristo.

Te alabamos Señor y te bendecimos, te damos el honor y a la honra en el nombre de tu hijo Jesucristo.

Amén

Que Dios te bendiga y te guarde