Los rudimentos de la doctrina

Hebreos 6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios

Cuando escuchamos esta palabra la asociamos inmediatamente a algo rudo a algo áspero.

Rudimento: del griego arjé, que significa primeras lecciones, primeras enseñanzas.

De forma que esta lectura podemos leerla de la siguiente forma:

"Dejando las primeras lecciones de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección."

Nos quiere decir que vamos adelante, hacia la madurez del conocimiento del evangelio de Jesucristo.

Esta palabra rudimento (arjé), la vamos a encontrar en otras partes en la Biblia y vamos a ver que siempre se relaciona con la doctrina, con la palabra de Dios.

Hebreos 5:11-12 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. 12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

Esta palabra nos dice que nos estamos haciendo tardos para oír, cuando es lo primero que debemos de hacer.

Santiago 1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;

Nos dice que ya tenemos tiempo de escuchar la palabra pero que no la estamos poniendo en práctica, porque estamos oyendo la palabra y no estamos siendo hacedores de la misma.

Nos menciona que ya es tiempo que seamos maestros, o en otras palabras ya es tiempo de estar enseñando a otros, y nos menciona que en vez de estar enseñando a otros, más bien están volviendo hacia atrás o hacia el punto de partida, como que estamos iniciando nuestro caminar con Jesucristo.

Debemos estar interesados, apasionados por leer, escudriñar, y poner en práctica la palabra de Dios.

Veamos dos versículos más en Hebreos:
Hebreos 5:13-14 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.



Un creyente para dar frutos para vida, debe dejar los rudimentos para alcanzar la madurez espiritual.

Pero para dar frutos, si lo relacionamos con una planta, es imperativo, así como a la planta la cuidamos, la podamos, la regamos, abonamos, etc., así debe ser nuestro crecimiento espiritual para poder dar frutos.

Debemos nutrirnos con el evangelio de Cristo, para que en nuestro interior corran ríos de agua viva. (Juan 7:38).

Un creyente que va a una iglesia, y a veces hasta se duerme, no llegó a escuchar la palabra de Dios.

La palabra de Dios es viva y eficaz, la palabra o la voz del predicador no es la que tiene poder alguno, sino la palabra de Dios, que es la que hace que aumente nuestra fe, que viene por el oír y el oír por la palabra de Dios.

Cuando una planta le falta agua, sus hojas están tristes o algunas se secan y esa planta no desarrolla normalmente, y puede llegar hasta el punto de secarse.

Cuando esa planta recibe agua, sus hojas reverdecen, sales mas ramas, salen mas hojas, hasta llegar a dar fruto.

Igual nos sucede a nosotros, con la palabra de Dios, es el agua para nuestras vidas.

La palabra de Dios es eficaz, porque dice la Biblia, que no regresa vacía, conforme a su promesa.

Isaías 55:10-11 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Así es como funciona la palabra de Dios en nuestras vidas, igual que la lluvia hace germinar y producir la tierra, y da semilla al que siembra y pan al que come, así de igual forma va a funcionar en nuestras vidas.

Cuando nos disponemos a recibir la palabra de Dios, a escucharla con atención, a obedecerla, a ser hacedores de su palabra, de forma paralela estamos pasando de un alimento líquido como la leche a un alimento sólido como la carne, haciendo una comparación.

Pero cuando venimos a escuchar la palabra de Dios nos dormimos, es que no estamos siendo prontos para oír, o venimos cansados, entonces al no oír, no funciona en nosotros la promesa de la palabra.

La palabra de Dios no tiene ningún efecto en alguien que está dormido, porque no oye la palabra.

Veamos los términos mencionados, como niño, leche, alimento sólido.

Esta parábola que se refiere a alimento líquido y sólido, se hace en comparación a un niño y en efecto así es:

A un niño de meses no le podemos como dar alimento un lomo de costilla asada de res, para que se la coma porque no va a poder, porque no tiene dientes. Porque su organismo no le demanda ese tipo de alimento. Le demanda la leche materna para transmitirle defensas, inmunización, y nutrientes que su cuerpo necesita.

De igual forma a una persona adulta no podemos alimentarla solamente con un biberón con leche, porque le harían falta otros nutrientes, calorías, o proteínas, necesarias para su crecimiento y desarrollo, de lo contrario su cuerpo se debilitaría hasta el extremo, que hasta lo puede llevar a tener problemas de salud o hasta la muerte.

De esa misma forma nos habla a nosotros esta palabra, que ya no podemos estar simplemente oyendo la palabra de Dios, tenemos que crecer en el conocimiento de la gracia de Cristo.

Pero si algunos decimos que si lo hacemos, que estamos creciendo, que estamos estudiando, pero no estamos obedeciendo, entonces no se está creciendo.

Algo similar pasó con en la iglesia de Corintios, cuando tenían divisiones de doctrinas y contendían unos con otros acerca del mismo evangelio.

1Corintios 3:1-3 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 3 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

Ellos se peleaban entre ellos mismos, discutiendo quien tenía la razón.

1Corintios 3:4-7 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.

Vemos que dice que el crecimiento, no lo da el ni el que planta algo, ni el que riega, el crecimiento solamente lo da Dios, por medio del Espíritu Santo.

Y eso nos pasa a muchos creyentes, que todos decimos conocer a Dios, y muchas veces con nuestros actos lo negamos.

Ejemplo:
Yo soy de la Iglesia X, yo de la Iglesia Y, yo de la iglesia tal, etc. etc.

Que en nuestra iglesia el pastor dice que no se usan chapas por tal cosa, que en nuestra iglesia no se llevan pantalones, solo faldas, que aquí no se usan nada de oro, que en nuestra iglesia al entrar nos ponemos de rodillas dando la espalda al pastor, para ponernos a cuentas con Dios, que debemos llegar por lo menos 5 días a la semana a la iglesia, etc.etc.

Y esto no es crecimiento, es doctrina de hombres.

Con llegar 5 o 7 días de la semana, no implica un mayor crecimiento espiritual. Si así fuera ya todos los que llagan 5 o 7 días a la iglesia serían maestros.

Pero que si un día es para los jóvenes, otro solo para mujeres, otro solo para hombres, otro solo es de ayuno y alabanza, que hasta salen sin aliento, esto no da crecimiento espiritual.

Eso no da crecimiento espiritual.

Si yo solo llego a la iglesia para danzar con todas mis fuerzas y cuando llega el momento de oír la palabra de Dios me duermo, no puede haber crecimiento espiritual. Y eso que al salir digo: Estuvo alegre la iglesia hoy.

Eso se llama emoción, sensación momentánea.

Si una alabanza me da emoción, gozo, llanto, escalofrío, pero en mi no se dá el cambio radical por medio de la palabra por el Espíritu Santo, por mucho que salga contento de la iglesia, no tuve nada ni parecido a lo que se llama crecimiento espiritual.

Si la palabra que se predica en una iglesia, no llama al arrepentimiento, al pecado, al cambio de vida, al nacer de nuevo, sino que solo se predica lo que agrada a los oyentes para que salgan alegres, eso tampoco es crecimiento espiritual.


El crecimiento espiritual
Efesios 1:17-18 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,

Es Dios el que nos va a dar sabiduría y nos va a dar revelación en el conocimiento de él.

Es Dios quien nos va abrir nuestros ojos de nuestro entendimiento, para que conozcamos la esperanza a la que hemos sido llamados.

Es urgente que todos los creyentes dejemos los rudimentos de la doctrina de Cristo, para llevar fruto para Dios.

El ser humano puede dar dos clases de frutos:
1.-Frutos de vida
2.- Frutos de muerte

Los frutos de vida es cuando andamos según el espíritu, y los frutos de muerte es cuando andamos según la carne.


Romanos 7:4-5 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. 5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

Aquí vemos que podemos dar fruto para Dios o frutos para muerte.

La diferencia se determina cuando andamos en el Espíritu o cuando andamos en la carne.

Que pasa si un día andamos espirituales y el otro andamos carnales, y asi sucede todos el tiempo?

Pero no podemos andar en lunes ser espirituales y dar frutos de vida, el martes andar un poco carnales y dar frutos de muerte, el miercoles volver a ser espirituales y dar frutos de visa, y asi, conecutivamente los otros días.


No.


Porque el creyente que ha nacido de nuevo, ya ha muerto al pecado,

Significa que aún no hemos crecido espiritualmente, porque la lectura nos dice que ya hemos muerto a nuestras viejas pasiones, que ya somos una nueva criatura. (2 Corintios 5:17)

Pero no solo puede ser que ya dejamos nuestra vida de pecados y ahí termina todo, y nos quedamos en la casa sin hacer nada, y que digamos que somos nuevas criaturas.

No. Debemos conocer más de Dios, escudriñar las escrituras.

Eso apenas es el inicio de nuestra nueva vida en Cristo.

Es hacer morir las cosas de la carne y vivir una nueva vida, es nacer de nuevo, es el cambio radical en nuestras vidas.

Como debemos de andar si andamos en el espíritu?
Dando fruto en toda buena obra.

Colosenses 1:10-14 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Esta lectura tiene un contenido poderoso.

Vamos a tomar las partes que sobresalen:

Para agradar al Señor debemos de:
1.- dar fruto de toda buena obra
2.- creciendo en el conocimiento de Dios
3.- sentirnos fortalecidos con la potencia de su gloria
4.- dando gracias a Dios por participar de la herencia de los santos

Y lo principal de todo es que tenemos redención por su sangre, el perdón de nuestros pecados.

Gálatas 2:19-21 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

En el nuevo pacto, o en el evangelio de la gracia ya no debemos vivir nosotros mismos, sino que Cristo viva en nosotros.

Dios necesita de nuestra obediencia y sometimiento al evangelio, pues su palabra, ademáas de oírla y entenderla, debemos de ponerla en práctica.

Es momento de dejar los rudimentos de la doctrina, de dejar las primeras lecciones del evangelio, y llevar las buenas nuevas a otros, debemos crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Que Dios te bendiga y te guarde

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