Hechos 16:30-31 y sacándolos les dijo: Señores, qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Creen en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Esta mañana vamos a reflexionar sobre esta lectura que nos dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.”.
Bastaría entonces con que solo un miembro de la familia crea y acepte a Jesucristo, y luego como de forma inmediata o automática, todos los miembros de su familia, -aunque no hayan aceptado a Jesucristo- sean Salvos.
Pero no es así.
Porque esta promesa muchas personas la toman fuera del contexto.
Vamos a analizar en el contexto el significado de esta promesa.
Porque podemos notar en las personas que nos rodean, que no en todas las familias se cumple esta promesa.
Hay familias donde uno de sus miembros acepta a Jesucristo y luego al tiempo vemos que toda su familia es llamada por Dios y también aceptan a Jesucristo como parte de sus vidas, y en esta familia se cumple la promesa.
Pero también es cierto que existen familias en donde al igual, sólo uno de sus miembros acepta a Jesucristo y pasa el tiempo, y vemos que el resto de su familia no.
Y podemos preguntarnos, porqué en unas familias si se cumple esta promesa y en otras no?
A que se debe?
Vamos a escudriñar la Biblia, y pedirle al Espíritu Santo nos dé sabiduría para comprender esta mañana esta lectura.
Cuando comenzamos a leer la Biblia, cuando somos “nuevos”, en el conocimiento de la palabra de Dios, es posible que escuchemos una lectura bíblica y quien nos la predique nos diga la forma como el la interreta, pero cuando comenzamos a crecer espiritualmente, a escudriñar la palabra de Dios, se nos cae el velo de los ojos y nos enteramos que la lectura no debe interpretarse de forma literal o textual.
Como por ejemplo la lectura que dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"
No significa que "todo" lo vamos a poder, no significa que todo nos va a salir bien. Que como "todo lo puedo", puedo hacer cualquier cosa, voy a conseguir tal trabajo, voy a ganar tal juicio, voy a tener por decirlo así algo como un "super poder".
Pero no es así.
Más bien nos indica que cuando pasemos dificultades o pruebas, las vamos a poder superar si estamos tomados de la mano de Jesucristo. Es ahí cuando tiene significado la promesa: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"
Pero esto no quiere decir que dejemos de creer en las promesas de Dios para nuestras vidas, sino más bien que en la medida que estemos creciendo en el conocimiento de las escrituras vamos a tener mayor discernimiento en cuanto a esta promesa, en cuanto a su verdadero propósito para nuestras vidas.
Para profundizar sobre este tema vamos a comparar dos lecturas:
Lectura 1:
Isaías 55:10-11 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Pero vamos a ver a quienes o a quién se refiere esta lectura.
Leamos ahora la Parábola del sembrador
Lectura 2:
Lucas 8:4-10 Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: 5 El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. 6 Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. 7 Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. 9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? 10 Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
Lucas 8:11-15 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. 12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. 13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. 14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. 15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
1.- La semilla que cayó en el camino y viene el diablo y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven
2.- La semilla que cayó entre piedras son los que oyen, reciben la palabra, pero no tienen raíces, crecen por un tiempo y en las pruebas se retiran.
3.- La semilla que cayó entre espinos son los que oyen pero las riquezas y los placeres de la vida los ahogan, no dan fruto.
4.- La semilla que cayó en buena tierra, son los que tienen corazón bueno y recto, retienen la palabra y dan fruto con perseverancia.
Si vemos las últimas dos lecturas, en donde en la Lectura 1, leímos que la palabra de Dios no regresará vacía, y en la Lectura 2, nos dice que la semilla es la palabra de Dios.
Podemos preguntarnos:
Como la palabra de Dios cae y no regresa vacía en Isaías, y en Lucas, la semilla que representa la palabra de Dios, de cuatro semillas, 3 semillas no dieron fruto?
En otras palabras podemos pensar que “regresaron” vacías, sin fruto.
La semilla no era lo malo, lo malo fue que no cayó en buena tierra.
Como podemos entonces comprender la lectura de Isaías?
La Biblia nunca se contradice, cuando pensamos que esto sucede es porque nos falta escudriñar más la palabra de Dios, pedirle más sabiduría al Espíritu Santo.
En Isaías leímos que la palabra de Dios hará lo que El quiera, en aquello que El la envió.
Si vemos que de cuatro semillas, y que semilla representa la palabra de Dios, 3 de 4 no dieron fruto?
Vamos a la Biblia,
Juan 17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
Jesucristo es la palabra de Dios, es el Verbo.
La palabra que no vuelve vacía, que prosperará y hará aquello que Dios la envió es Jesucristo.
Porque Jesucristo vino a cumplir la obra que Dios mandó a hacer por medio de su palabra.
Es por eso que su palabra no vuelve vacía, sino que vino a hacer a o que fue enviada.
Cuando leemos Isaías 55:11, y la leemos pensando que cuando se dice a la palabra de Dios, se refiere a nuestro Señor Jesucristo, ahora SI VEMOS que “su palabra” no volvió vacía, que fue prosperada para aquello que Dios encomendó o envió.
Volvamos a la lectura inicial, relacionado con el carcelero a quien Pablo y Silas le dijeron:
“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa.”
A simple vista da la impresión que si solo un miembro de cada casa, cree en Jesucristo, los demás miembros serán salvos.
Vamos a leer el contexto, a partir del verso 23
Hechos 16:23-33 Y después que los hubieron herido de muchos azotes, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia: 24 El cual, recibido este mandamiento, los metió en la cárcel de más adentro; y les apretó los pies en el cepo. 25 Mas á media noche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos á Dios: y los que estaban presos los oían. 26 Entonces fué hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos soltaron. 27 Y despertado el carcelero, como vió abiertas las puertas de la cárcel, sacando la espada se quería matar, pensando que los presos se habían huído. 28 Mas Pablo clamó á gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal; que todos estamos aquí. 29 El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, derribóse á los pies de Pablo y de Silas; 30 Y sacándolos fuera, le dice: Señores, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo? 31 Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor, y á todos los que estan en su casa. 33 Y tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó los azotes; y se bautizó luego él, y todos los suyos.
Es cierto Pablo y Silas, pero quien se comportó como preso fue más bien el carcelero.
Miremos de esta forma, el que estaba preocupado era el carcelero, fue quien se quería matar, mientras que los presos estaban felices cantando, el carcelero preocupado.
De manera que podemos verlo al revés, quien estaba preso realmente era el carcelero, y los que estaban libres eran los presos, porque conocían la verdad y la verdad los tenía libres.
Juan 8:32 Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
El que estaba preso era el carcelero y por medio de el, su familia.
El propósito de Dios: fue salvar al carcelero y su familia
Qué fenómeno natural ocurrió en la cárcel?
Un gran terremoto.
En la Biblia no se registra si fue de tal o cual escala, solo dice que fue un gran terremoto, no dice si murió o no alguna persona, o muchos o miles en la ciudad.
Incluso el carcelero llega a su casa con Pablo y Silas, y ni siquiera pregunta a su familia, si sintieron o no el terremoto o si murió alguien.
El propósito del terremoto fue para salvar al carcelero y su familia.
2 Corintios 1:20 Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros á gloria de Dios.
Dice esta palabra que por medio de nosotros que se cumplen las promesas, para la gloria de Dios.
Si un miembro de una familia por esta palabra es convertida, y luego toda su familia, es para la gloria de Dios, debe darle la gloria a Dios.
Pero sí solo un miembro de la familia es convertido, y su familia no sido alcanzada por Dios, vamos a ver en la Biblia a qué se debe.
Leamos Verso 34
Hechos 16:34 Y llevándolos á su casa, les puso la mesa: y se gozó de que con toda su casa había creído á Dios.
No es la palabra del que predique que deben de creer, debe ser a la palabra de Dios.
La familia del carcelero no sabía quiénes eran Pablo y Silas.
Nosotros sí sabemos quién es Pablo, el apóstol, pero para la familia del carcelero eran dos presos desconocidos y hasta podían creer que eran peligrosos.
Como que alguien de tu casa les lleve a dos presos desconocidos a su casa. Su familia, no sabrían si son o no peligrosos.
Pablo y Silas no les hablaron con la Biblia en mano.
No.
No existía hasta 1400 años después, cuando se inventé la imprenta.
La Biblia la tenían en su mente y su corazón.
Nosotros debemos estudiar la Biblia, mucho más porque ahora sí tenemos una Biblia impresa en las manos no como Pablo y Silas que no la tuvieron.
De que les hablaron Pablo y Silas?
1.- del perdón de pecados
Pablo y Siles les hablaron de la palabra de Dios, de perdón de pecados.
Hechos 13:38 Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados,
Nadie puede perdonar pecados solo Dios.
Por eso los fariseos se molestaron con Jesucristo, cuando el perdonaba pecados, porque esto solo lo podía hacer Dios.
2.- Del arrepentimiento y conversión a Cristo
Hechos 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor.
Hechos 2:38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Para que se cumpla la promesa que Serás salvo tú y tu casa, que necesitamos?
1 Ser carcelero. No
2 Que suceda un gran terremoto? No
2 Que llegue el Apóstol Pablo a nuestra casa? No
3 Traer a dos extraños de la cárcel? No
4 Traer a alguien que les hable de la palabra de Dios. No
5. Llevar a la casa cantidad de película o prédicas,
Para que Dios los toque, los llame, los salve. No
Necesitamos vivir la palabra de Dios en nuestras vidas
Necesitamos mostrarle a nuestra familia que Cristo vive en nosotros, que vean nuestro cambio, que le crean a la palabra de Dios, que les prediquemos lo mismos que Pablo y Silas hicieron.
De qué sirve que le llevemos a nuestra familia que otras personas les hablen de Jesucristo, sí nosotros con nuestros hechos lo negamos.
Como podrán ser salvas si nuestro actuar los tiene alejados de Dios.
Nosotros jugamos un papel importante para que sea salva nuestra familia.
No es porque yo acepte a Jesucristo, no importa lo que pase, ellos van a ser salvos.
No es así. No es una fórmula, no es como una frase que cono solo decirla, ya se cumplió.
No podemos pedirle a nuestra familia que tengan lo que nosotros no tenemos.
Cada uno va a recibir su recompensa por lo que hizo vivo
2 Corintios 5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Vemos nuevamente que cada uno va a recibir lo que haya hecho mientras estaba vivo.
La promesa que "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa", es una promesa fiel, pero....
No lo debemos utilizar como una frase mágica.
Si nuestra familia no ve en nosotros el amor de Jesucristo. Va a ser muy difícil que se conviertan y acepten a Jesucristo.
Nuestra familia va a creer, hasta que vean en nosotros el amor de Jesús.
Solamente así, se va a cumplir la promesa.
No es porque sólo yo voy a la Iglesia y creo y he aceptado a Jesucristo, es que mi familia va a ser salva, (Si no ven cambio en mí y ni les hablo de lo que se habló en la Iglesia)
La promesa de Dios es fiel, pero sólo es para los que le reciben.
Qué hizo el carcelero?
1.- cumplía bien sus deberes, era honesto (Vers 23-24,27)
2.- pidió luz, pero era por ceguera espiritual, recibió luz espiritual (Vers 29)
3.- se interesó en la salvación y se sometió a Cristo (Vers 30,31)
4.- No sólo oyó la palabra la llevo a su casa (Vers 32)
5.- Si lavo las heridas de Dios extraños, debería sanar las heridas a sus familiares (Vers 33)
6.- Obedeció a Jesucristo y se bautizó (Vers 33)
7.- Le creyó a Dios con regocijo (Vers 34)
Hay una parte que Dios hace y otra la que nosotros debemos hacer.
Se acuerdan de la lectura José 1:6-9
"Esfuérzate y sé valiente"
Que debemos hacer nosotros?
Leerles a nuestra familia lo que dice la Biblia es fácil, (solo basta leer), pero que vean que vivimos la palabra que hablamos es otra cosa.
Nuestras familias no quieren solamente oír.
Quieren "ver" lo que les decimos, con nuestro diario actuar, con el cambio en nuestras vidas
Debemos pedirle a Dios, que su palabra more en abundancia en nosotros, para que nuestra familia mire en nosotros de tu amor.
Algunos podrán decir es que usted no conoce a mi familia, o usted no conoce a mi marido, o usted no conoce a mi esposo, o usted no conoce a los hijos que tengo, o usted no conocer a mis hermanos que tengo, etc.
Pero para Dios no hay nada imposible, solamente "esfuérzate y sé valiente".
Así como el carcelero, nosotros tenemos que hablarles a nuestros familiares, para que sean salvos.
Para que la promesa que “Seas salvo tú y tu casa se cumpla”, y no sea solamente como una frase mágica.
Porque vamos a dar cuenta de la familia que Dios nos dio, cada uno dará cuenta de forma individual.
Los esposos daremos cuentas por la esposa y los hijos que Dios nos dio.
Las esposas dará cuentas por el esposo y los hijos que Dios les dio.
Los hijos darán cuentas por sus padres y hermanos que Dios les dio.
Ahí está el “esfuérzate y sé valiente”.
Para que la promesa de que seremos salvos cada uno de nosotros y los de nuestra casa se cumpla.
Amén
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