La palabra apropiada

Proverbios 15:23  "El hombre se alegra con la respuesta de su boca; Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!"

Esta mañana vamos a reflexionar sobre esta lectura, que nos dice: "una palabra a su tiempo, ¡que cosa más buena buena!", en otras traducciones de la Biblia, dice: "Es muy grato dar la respuesta adecuada,
 y más grato aún cuando es oportuna."

En el contexto se refiere a dar consejos, de forma que tanto se alegra la persona que da el consejo como el que recibe el consejo.

Dice esta palabra que ¡cuán buena es!, porque de esta misma forma esta palabra sirve de bendición para el que da esa palabra como al que recibe.

Por eso cuando hablamos debemos de saber lo que decimos, ya los cristianos no podemos hablar lo que querramos, sino que debemos de cuidar nuestra palabras.

Efesios 4:29 "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes."

Corrompida: viene del griego saprós, que significa: podrido,  que no vale nada.

Si asociamos el término podrido en frutas, comida o algo parecido, significa que es una fruta que no sirve para comer, una comida que no sirve para alimentarnos.

Y eso es lo que debemos de procurar, no decir palabras sin sentido, ni tampoco palabras que ofendan, mucho menos palabras que destruyan.



Por Ejemplo:  Entre dos mujeres:  Si una de ella anda mal vestida o su cabello maltratado, o un corte de pelo que no le va con su personalidad. No se puede utilizar términos que ofendan:  Andás el pelo bien maltratado.  O ese vestido es de los años 60-70, o te ha dilatado mucho, o algo por el estilo.

No debemos hacer eso.

Palabras de sabiduría
Vamos a leer en la Biblia que el cristiano debe ser sabio y saber que hablar para los que no conocen de Dios, y mucho más aún, para con nuestros hermanos cristianos, a los cuales debemos darles palabras de fe, de aliento, de consuelo, de exhortación.

Colosenses 4:5-6 "Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. 6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno."

Redimir el tiempo: Aprovechando el tiempo.

Debemos portarnos con sabiduría para con los que no creen, para con los de afuera, que aprovechemos el tiempo cuando estamos con alguien que no conoce de Cristo.

Que quiere decir que nuestra palabra sea sazonada con sal?
Nuestro Señor Jesucristo en su enseñanza utilizó por medio de parábolas y con ejemplos sencillos, para que nosotros podamos comprender el evangelio.

Vamos a ver en otro pasaje de la biblia, el uso de la sal como ejemplo para conocer más de su palabra.

Mateo 5:13 "Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres."

En el sentido práctico, ocurre igual, si compramos una bolsa de sal, por ejemplo para comer mango, jocote o alguna fruta similar, pero la sal está insípida, sosa o "no tiene sabor a sal", que hacemos?  Ya no le echamos esta sal a la fruta porque sabemos que no tiene sabor.

Y que hacemos con la bolsa de este tipo de sal?  La botamos, no nos sirve para nada.

Cuando en la lectura en Colosenses nos dice que nuestra palabra deben estar sazonada con sal, en el sentido figurado nos indica, que no debemos hablar palabras insípidas, que al igual que un alimento no sazonado o sin sal, no es agradable para nosotros.

Que debemos darle una especie de "sabor" a lo que decimos, pero que sean palabras agradables al que nos escucha.  Que sea una palabra de buen gusto, amena.

Que la persona que no conoce de Cristo, cuando terminemos de hablar con él o con ella, se haya sentido confortado, animado a buscar a Dios, de conocer a Jesucristo, de confiar en la palabra de Dios.

Porque dice que sepamos cómo responder a cada uno?
Observamos en esta lectura que dos dice que debemos saber cómo responder a cada persona a la que le hablamos.

Veamos por Ejemplo varios tipos de personas:

a)    Una persona que anda en el mundo y no conoce de Dios.
No podemos decirle con citas bíblicas del pecado en que anda.
Es mucho más fácil hablarle de que también nosotros estábamos como esa persona, etc.  En otras palabras a este tipo de persona es más fácil llegarles con nuestro testimonio que con un profundo conocimiento de la palabra de Dios.

b)    Una persona cristiana y sabemos que anda en pecado.
Debemos usar palabras de exhortación, para que vuelva a los caminos de Dios, pero utilizando un buen tacto.  Que nuestras palabra no "hieran" o no ofendan al que nos escuche.  Inclusive a esta persona lo ideal es hablar en forma privada, no acusándola en público.

c)    Una persona cristiana y está pasando por pruebas.
Estas pruebas pueden ser dificultades, problemas,  tribulaciones, aflicciones de cualquier tipo.
A esta persona debemos darle palabras de consuelo, de fe, de aliento, palabras que le ayuden a perseverar, a confiar en Jesucristo.

d)    Una persona que cree en otras doctrinas, u otras creencias no cristianas.
A esta persona no debemos contender para convencerla.  No.  De eso se encarga al Espíritu Santo.  De eso se encarga la palabra de Dios.

Tito 3:9 "Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho."

Si alguien nos sale que su doctrina es la correcta o que su dios o profeta es su guía, que no cree en Jesucristo, etc.  No debemos contender porque esta persona no está interesada en conocer a Jesucristo o la palabra de Dios.  Está más bien cuestionando nuestras creencias y si no tenemos los argumentos, hasta es posible que le creamos y perdamos nuestra fe.

Si tenemos los argumentos suficientes para contestarle, no debemos hacerlo porque podemos caer en la provocación y ya leímos en la Biblia que a nada nos conduce.   En este caso cuando alguien cae en la contienda por discutir acerca de la ley, por ejemplo que el día sábado es el de reposo, que si María tuvo más hijos que si no tuvo, que porqué se hacía esto y ahora porque no, que si se puede comer tal cosa sí que otra cosa no, que tomar café es malo, que la carne de cerdo es mala.

No debemos de contender por eso.

Sobre comer
Romanos 14:1-3 "Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido."

Guardar cierto día
Romanos 14:5-6,14 "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. 6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. 14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es."

Nada contamina
Marcos 7:14-16 "Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: 15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. 16 Si alguno tiene oídos para oír, oiga."

Por eso leemos en la palabra que debemos saber cómo hablar a cada uno.  Debemos de ser sabios para saber cómo contestarle

Palabras de Edificación
Dice la palabra que leímos anteriormente en Efesios 4:29, que nuestra palabra debe ser buena para la edificación, para edificar el corazón de los demás.

Edificación: relativo a edificar, edificio, construir.

Pero podemos preguntarnos edificar qué?

Edificar la Iglesia de Cristo. Edificar en amor a nuestro prójimo.

Vamos a leer siempre en Efesios en el mismo capítulo, lo que se refiere esta palabra: edificación.

Efesios 4:12 "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,"

Nos dice esta palabra que cada uno de los miembros de la iglesia debemos trabajar en la edificación del cuerpo de Cristo.

Efesios 4:13-14 "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,"

Estas citas se encuentran dentro del contexto de la unidad del Espíritu, en donde cada creyente en la iglesia, debe edificar al otro en amor, en donde el resultado final es edificar la iglesia de Cristo.

A esto nos tiene que llevar las palabras que utilicemos a tener la unidad de la fe, a tener la unidad en el Espíritu Santo.   Que nos preocupemos de no caer en las artimañas del error de muchos hombres.

Nos manda que sigamos firmes en la roca que es Cristo, velando para no caer en todo tipo de doctrina hecha por los hombres, que usan artimañas, y con mucha astucia para engañar a los que son considerados "niños", fluctuantes, que son los que cambian de doctrina un día, otra doctrina otro día.

Un poco sobre la doctrina
Recordemos que cualquier doctrina llegue a nosotros, tiene que llevarnos a la Biblia, llevarnos a Jesucristo, quien es el autor y consumador de la fe. 

De lo contrario si esa doctrina, nos lleva a creer que debemos jugar un papel fundamental para nuestra salvación, o si la respuesta a nuestros problemas está en hacer un pacto con Dios, en donde ya sabemos las necesidades materiales que tenemos y el pacto se traduce en "ofrendar" y así obtener lo que querramos, o en confiar en un hombre o una mujer, etc., esa no es la doctrina sana que nos dejó nuestro Señor Jesucristo.

Toda doctrina tiene que llevarnos a creer y confiar en Jesucristo, que todo debe ser por El, por medio de Él y para El.

Continuemos con la lectura en Efesios

Efesios 4:15-16 "sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor."

Esta es la edificación que mencionamos anteriormente, edificación de la iglesia de Cristo, en amor.

La palabra oportuna
Es la palabra que la persona que tiene problemas o dificultades, necesita que le hablemos.

Una palabra de aliento, una palabra de consuelo, una palabra que sirva para alimentar o aumentar la fe del que nos oiga.

Quizás también nosotros andamos abatidos con algún otro problema, pero esa otra persona, puede andar un problema mayor.  Y es ahí donde necesitamos darle una palabra oportuna.

Y no somos nosotros que debemos de quedar como autores de la ayuda que damos a otros. No.

La palabra oportuna la obtenemos de la misma palabra de Dios.

Salmos 119:47-51 "Y me regocijaré en tus mandamientos, Los cuales he amado. 48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,  Y meditaré en tus estatutos. 49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,  En la cual me has hecho esperar. 50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,  Porque tu dicho me ha vivificado. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí, Mas no me he apartado de tu ley."

Muchos podemos leer esta lectura en la Biblia, pero no todos experimentamos el efecto que produce esta lectura. 

Esta lectura nos indica, que la palabra de Dios, sus mandamientos, sus promesas son las que dan consuelo al afligido, al necesitado.

Cuando tenemos algún sufrimiento, pena, dolor, necesidad de cualquier tipo, solo la palabra de Dios, es la única que puede disminuir hasta desaparecer nuestros sufrimientos.

La palabra de Dios nos da vida y esperanza. Es la que nos sostiene y conforta.

Cuando estamos pasando por momentos de prueba, la palabra de Dios, nos sirve como una especie de calmante, que nos consuela, que nos hace cambiar nuestro lamento en baile. (Salmos 30:10)

Esta es la palabra oportuna que debemos de dar al que la necesita.

2Corintios 1:3-4 "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios."

Esa es la palabra que tenemos de Dios, que El nos consuela por medio de su palabra y los que hemos sido consolados, consolar a otros.

Que Dios te bendiga y te guarde.

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