Cuando Adán y Eva pecaron, Dios dijo:
Génesis 3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
En otras traducciones dice que “tu marido será tu autoridad”
Aquí vemos una autoridad dicha por Dios, desde el inicio de la creación la autoridad de la mujer iba a ser el hombre.
Vamos a leer otra lectura:
Colosenses 3:18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Conviene, quiere decir que es lo correcto.
Esta autoridad del hombre sobre la mujer, o igual la sujeción de la mujer a su marido, está mal enfocada en el machismo, porque el hombre no puede exigir o reclamar de forma autoritaria la sujeción de su mujer.
La sujeción de la esposa a su marido lo hace la mujer de forma voluntaria.
Dice la Biblia que el marido se enseñoreará en la mujer. En otras palabras que el marido va a ser el “señor” de la mujer. Que el marido la gobernará.
Cuando Dios nos da un mandamiento, por lo general todo mandamiento cuando se refiere a que debemos ceder en algo, se vuelve difícil de obedecer.
Cuando vemos los 10 mandamientos, y los analizamos podemos decir que son más fáciles de cumplir en su contexto, pero cuando vemos alguna ordenanza que tiene que ver con nuestro comportamiento ahí es muy difícil que aceptemos esa palabra de Dios.
Por ejemplo: Podemos decir yo no robo, no mato, etc. pero cuando nos corresponde al hombre amar a la mujer como Cristo amó a la Iglesia, ahí la vemos difícil. O cuando le corresponde a la mujer sujetarse a su marido conforme lo dice la palabra, ahí tambien nos parece difícil.
Dios no manda a la mujer a amar al esposo.
Porque de forma natural las mujeres aman a su esposo.
Es a los hombres que nos manda amar a nuestras esposas a tratarlas como a vaso más frágil.
Por eso el domingo pasado vimos varias lecturas en donde es al hombre que le manda amar a la esposa.
Vemos dos mandatos, en donde Dios ya sabía de antemano los problemas que íbamos a tener como pareja para lo cual puso ese orden, que el hombre ame a su mujer, que es su ayuda idónea, que forma una sola carne con él, que es su coheredera en la gracia, pero también a la mujer le manda que su marido sea su autoridad, que se subordine a él, que lo respete.
Cuando una pareja se casa, en la que el hombre no conoce a Dios, o solo conoce de Dios, (o a veces ambos) es la mujer la que tiene la ilusión, los planes el romanticismo, el amor en el hogar. El hombre solo está pensando en su trabajo, que ya tiene mujer, y algunos otros que ya tienen empleada.
Sigamos leyendo este tema en la Biblia:
Efesios 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Sujetas viene del griego Jupotásso: subordinar; obedecer, bajo autoridad, sometido, sujeto, sumiso
Breve testimonio personal:
Hace mas de 10 años cuando no conocíamos de Dios, y yo vivía una vida desenfrenada, le decía ami esposa que yo solo iba a cambiar de vida cuando yo viera en ella tres virtudes: Recatada, Sumisa y Callada.
Pero con mi actuar y sin conocer de Dios, nunca pude ver que ella tuviera esas virtudes, lo que hacía que aumentaran mis niveles de descuido de la casa, y del hogar.
Todo por no conocer la palabra de Dios.
Veamos otro mandamiento de Dios para la mujer
Efesios 5:33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
Dios manda al esposo a que sea el líder o el guía de la mujer.
Cuando la mujer no obedece la palabra de Dios, aún siendo creyente, su esposo no podrá ser líder de la familia si la mujer no obedeces este mandato.
Hemos leído tres palabras:
1.- la mujer debe reconocer a su marido como su autoridad.
2.- la mujer debe estar sujeta a su marido como al Señor
3.- la mujer debe respetar a su marido
Si una mujer creyente, no respeta o no cumple esta orden, está en contra de la palabra de Dios.
Las Esposas deben comprender que los hombres también son frágiles.
Por fuera los hombres damos la imagen de poder, de fuerza, y está comprobado que ante una pequeña calentura, dolor de cabeza, o de estómago, o cualquier cosa menor, para el hombre es una enfermedad casi de muerte.
En cambio Dios le dio a la mujer, una capacidad, una fuerza que aún con estos problemas menores mencionados en el hombre, ellas van al trabajo, hacen las compras, cocinan, aún pueden andar en su período, etc., y no se están quejando como el hombre.
El hombre necesita el ánimo y respeto de sus esposas, para alimentar su ego.
Proverbios 14:1 La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.
A veces algunos hombres hacemos poco o no hacemos nada en la casa, por ejemplo reparar una lámpara, arreglar una fuga de agua, un lavamanos, pintar los portones, cocinar, poner un clavo para colgar una pintura o un cuadro, pintar una pared, etc.
Pero nos agrada que la mujer nos diga que quedó bien, aunque más tarde ella componga el cuadro porque quedó muy alto o de lado, o le echó algo más a la comida que hicimos para que quedara sabrosa, o le pasó otros brochazos de pintura para arreglar las grandes rayas que hicimos, etc.
Pero cuando dice que su esposo lo hizo, como que aumenta algo interno en el hombre que se siente bien en hace algo o ayudar en la casa, pero mejora el ambiente del hogar.
El hombre machista llega del trabajo cansado, y cuando llega a su casa casi ni saluda a su mujer, ni sus hijos, en algunos casos ni el perro salen al encuentro a saludarlo, y llega exigiendo su comida, que lo atiendan, exige comida ropa lista, y a veces le dice a la mujer que estas toda tranquila en la casa sin hacer nada y yo vengo de matarme trabajando para traer el sustento a la casa.
Mas no sabe que la mujer desde que se levanta, arregla la cama, dobla la sábana, hace el desayuno, alista a los chavalos para ir al colegio, hace las compras para el almuerzo, prepara el almuerzo, ve que hace falta jabón en el baño, riega las plantas, les hablas a los chocoyitos, levanta la ropa sucia, limpia la casa, se arregla antes que llegue su marido, cambia la toallas, sabe que le falta de ropa a los hijos y hasta el propio marido, hace la cena, pone la ropa en ace, saca la ropa, la seca, la dobla, la pone en el ropero en su lugar, etc. Mejor no sigo.
Y el hombre le dice no hace nada en la casa, que pasa todo el día descansando, viendo televisión…
Y luego para rematar el marido empieza a buscar de Dios y le llega con la lectura: Que la mujer esté sujeta al hombre.
Y esto a veces para algunas mujeres es fuerte, como por ejemplo si ya ha pasado sujeta o sumisa a el por muchos años, y ahora que conocen de Dios, la palabra le dice que se sujete.
Pero esta sujeción es totalmente diferente es una sujeción en amor a Dios y en obediencia a la palabra.
Sobre la frase someterse a su esposo
Para algunas mujeres esta palabra de Dios dice que ellas deben someterse a su esposo, les puede sonar un poco fuerte. Fuerte cuando el sentido se tome como agachar la cabeza, o humillarse, o solo decir si Señor a todo, pero no es así.
Cuando una palabra de Dios no se obedece, entramos en lo que se llama desobediencia.
En Isaías 14, el diablo tampoco quería someterse a Dios, él quería levantar su trono sobre el trono de Dios.
Isaías 14:12-14 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
En el Edén podemos ver lo mismo en Eva y Adán. Eso los llevó a la desobediencia.
El hombre ha recibido el mandato de someterse a Cristo, así como la mujer de someterse a su marido.
A los hijos, manda la palabra que deben obedecer a sus padres.
El hecho que debemos de someternos es algo que todos debemos hacer.
No es que el hombre se aproveche y diga: ya tengo una esclava, y maltrate y humille a la mujer. No.
La belleza de la mujer
1Pedro 3:1-4 “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
Pedro nos dice en esta palabra que la belleza de la mujer sujeta a su marido es de gran estima delante de Dios.
Y esta belleza no está en vestidos de lujos, ni grandes peinados, ni cantidades joyas de oro en ellas, sini se refiere en sentido espiritual, en sentido interno.
Sobre le uso de vestidos no lujosos
Claro está que si una mujer dedica 2 o 3 horas para arreglarse para ir a la iglesia, y aún así llega tarde, o llama la atención de la congregación, por la cantidad de perfume que impregna todo el ambiente, o su vestido es de muchos escotes, que revelan parte de su belleza femenina, esta mujer a lo que menos llega es ser parte de la congragación, más bien parece que llegara a un certamen de belleza.
Efesios 5:24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Otra vez se menciona el tema de la sujeción en esta lectura, pero aquí menciona que deben estar sujetas en todo.
Que es todo?
No es todo lo que le antoje al hombre. De considerarla como una esclava. No.
Todo debe referirse a lo que dice la palabra:
Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Algunas mujeres pueden decir:
Pero qué pasa si mi esposo no me ama?
Si no es un buen líder?
Que mi marido ni conoce de Dios?
Si no es tan inteligente como yo?
Me debo someter a el?
O como el refrán que dice: Que es candil de la calle y oscuridad de su casa.
Pero la mujer no debe obedecer a su esposo porque su esposo se lo diga, o se lo exiga. Sin importar lo que se esposo sea o haga o no haga, ella debe obedecer la palabra de Dios.
Claro está que la mujer no debe obedecer a su marido cuando esto le pide hacer algo que en contra de la palabra de Dios.
Lo que la mujer hace en su hogar es para Dios y su gloria.
Cuando la mujer se somete a tu esposo, se está sometiendo a Dios.
La sumisión es una condición del corazón, es obediencia, la rebeldía es pecado.
Cuando la mujer no se somete a su esposo su señor, la mujer se está rebelando de Dios y sometiéndose a Satanás.
El someterse a su esposo es una oportunidad que se tiene, para que su esposo (si es que no lo hace), comience a protegerla, estimarla y amarla.
Al someterse a tu marido, Dios por medio del Espíritu Santo, se encargará de cambiar a tu esposo.
Se debes estar sujeta solo a maridos que las amen?
Si algunas mujeres creen que solo se deben sujetar a aquellos esposos que si las aman, esto no lo dice la Biblia.
Jesucristo dio su vida por nosotros, pero por todos, no solo por los que estaban libres de pecados, sino que por toda la humanidad, tanto por los justos como por los pecadores.
La mujer que sabe de la palabra de Dios, debe dar el ejemplo a otras mujeres cuando vean su conducta cómo se comporta con su marido.
En otras palabras las mujeres jóvenes, o nuestras hijas jóvenes, les estarían dando un ejemplo de cómo ser mujeres piadosas.
La mujer es responsable ante Dios y antes las otras mujeres, del comportamiento que tengan en su hogar.
La obediencia en el plano militar es una obediencia sin condiciones.
Una orden de una autoridad superior no es discutida ni comentada por los subordinados. No. La obediencia es en línea recta, es ejecutada de forma inmediata.
Cuando la obediencia de cada uno de los miembros de la familia se hace sin condiciones, es cuando la mano de Dios se pone sobre esa familia.
Y los hijos van a ver la conducta de la madre y van a imitar como ejemplo lo que ella haga.
Para los hijos, somos un ejemplo de lo que hacemos como padres y ellos reflejarán en su vida lo que nosotros le estamos dando como ejemplo.
Si en tu casa hay hijos desobedientes a los padres, o tu marido no conoce de Dios, pero tú como mujer estás bien clara de la palabra de Dios, y obedeces Su palabra.
Entonces en este caso aunque tu marido no conozca de Dios, y tú te sometes a él, tus hijos podrán decir: Mamá pero como estas sometida al? No ves como es el con vos?
Pero tú como mujer estás obedeciendo el mandato de Dios sin condiciones. Estas dando a tus hijos un ejemplo de cómo es cumplir la voluntad de Dios.
Con este tipo de obediencia vas a probar el amor que tienes para con Dios, considerando a tu marido como tu líder, como tu guía.
Actualmente en la iglesia, hay muchas cosas que hacemos hombres y mujeres, vamos a cursos de parejas, charlas, terapias matrimoniales, programas, nuevos métodos, etc. Y cuando hay problemas acuden a terapias luego medio se componen y después vuelven a lo mismo.
Pero lo que el hombre y mujer necesitan es obedecer la palabra de Dios.
Porqué, porque tanto el hombre como la mujer lo que han aprendido lo han aprendido del mundo, no de la palabra de Dios.
Veamos donde más la palabra de Dios menciona la sujeción en la mujer.
En el capito 14 de la carta a los Corintios que se refiere al hablar en lenguas.
1 Corintios 14:33-38 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, 34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado? 37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore.
Liderazgo vrs sujeción
Cuando los hombres dicen: yo voy a amar a mi esposa cuando ella se someta. Y las mujeres dicen: yo me voy a someter a mi esposo cuando él me ame.
Los dos están en desobediencia a Dios.
No van a poder tomar a su esposa o su esposa como excusa ante Dios, por no haber cumplido el mandato para al hombre de amar a su esposa y a la mujer para sujetarse a su marido.
Los mandatos son individuales.
Por medio de la mujer que conoce de Dios, y vive la palabra en su hogar, será un ejemplo para sus hijos, para su esposo, amigos, vecinos, etc.
El Papel de la mujer según la Biblia
1.- Ser la ayuda idónea para su marido
Gén 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Ya leimos anteriormente que la mujer sabia edifica, su casa.
La mujer debe actuar con sabiduría en su hogar, haciendo y compartiendo con su marido cualquier decisión que dese tomar en la casa.
La mujer tiene algo que le llaman el sexto sentido, que permite en ocasiones saber si tal o cual decisión del marido pueda no salir bien.
Este es un papel importante porque ya leimos que tanto el hombre com la mujer son coherederos de la gracia, y cuando la mujer actúa realmente como la ayuda idónea a su marido, ese hogar está cumpliendo con la palabra y por consiguiente, recibirán las bendiciones que Dios tiene para los que cumplen sus mandatos.
2.- da orientaciones a los hijos
Proverbios 1:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;
La mujer por su naturaleza, caracter, paciencia, etc., es la que puede además de su marido orientar o dirigir el actuar y comportamiento de sus hjos.
3.- ser discípula, haciendo buenas obras
Hechos 9:36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.
Esta mujer llamada Tabita, llevaba el evangelio a otras personas, era una discípula que predicaba el evangelio.
Este es otro papel de la mujer predicar el evangelio, abundar en buenas obras, en ayudar a la iglesia.
4.- enseñar a las mujeres más jóvenes
Tito 2:4-5 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
La palabra las manda a ser prudentes o moderadas, castas o inocentes, puras, a cuidar sus casas cuidar su familia, a que sean buenas.
La palabra cuidadosa de sus casas, tiene el mismo énfasis que leímos en proverbios que la mujer edifica su casa.
No en el sentido meramente literal que se ponga la mujer a construir su casa, sino en el sentido de cuidar de su hogar, de su familia, de todo el entorno de su casa.
Cuando la mujer no se sujeta a su marido, blasfema la palabra de Dios.
Blasfemar: blasfeméo: Difamar, blasfemar, maldecir
El domingo pasado compartíamos la siguiente lectura:
1Timoteo 2:11-15 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
En lo que se refiere al silencio, se relaciona a que la mujer evite entrar en discusiones y controversias con otras personas.
Además de ser otra lectura que se refiere a sujeción, menciona que la mujer no debe enseñar pero se refiere al hombre, no se contradice con lo que leíamos anteriormente de enseñar a las mujeres jóvenes o niños.
5.- Servidora en la iglesia
Romanos 16:1-2 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Diaconisa: diákonos, servidor, ayudar, ministrar, servir.
Este es otro papel de la mujer, para ayudar a otros en la iglesia, a participar en servir, para edificación de la Iglesis de Cristo
Que Dios los bendiga y los guarde
Para búsqueda en otros idiomas
Português: o papel das mulheres na Bíblia
日本語:聖書における女性の役割
Italiano: il ruolo delle donne nella Bibbia
English: the role of women in the Bible
Deutsch: Die Rolle der Frauen in der Bibel
Française: le rôle des femmes dans la Bible
Génesis 3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
En otras traducciones dice que “tu marido será tu autoridad”
Aquí vemos una autoridad dicha por Dios, desde el inicio de la creación la autoridad de la mujer iba a ser el hombre.
Vamos a leer otra lectura:
Colosenses 3:18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Conviene, quiere decir que es lo correcto.
Esta autoridad del hombre sobre la mujer, o igual la sujeción de la mujer a su marido, está mal enfocada en el machismo, porque el hombre no puede exigir o reclamar de forma autoritaria la sujeción de su mujer.
La sujeción de la esposa a su marido lo hace la mujer de forma voluntaria.
Dice la Biblia que el marido se enseñoreará en la mujer. En otras palabras que el marido va a ser el “señor” de la mujer. Que el marido la gobernará.
Cuando Dios nos da un mandamiento, por lo general todo mandamiento cuando se refiere a que debemos ceder en algo, se vuelve difícil de obedecer.
Cuando vemos los 10 mandamientos, y los analizamos podemos decir que son más fáciles de cumplir en su contexto, pero cuando vemos alguna ordenanza que tiene que ver con nuestro comportamiento ahí es muy difícil que aceptemos esa palabra de Dios.
Por ejemplo: Podemos decir yo no robo, no mato, etc. pero cuando nos corresponde al hombre amar a la mujer como Cristo amó a la Iglesia, ahí la vemos difícil. O cuando le corresponde a la mujer sujetarse a su marido conforme lo dice la palabra, ahí tambien nos parece difícil.
Dios no manda a la mujer a amar al esposo.
Porque de forma natural las mujeres aman a su esposo.
Es a los hombres que nos manda amar a nuestras esposas a tratarlas como a vaso más frágil.
Por eso el domingo pasado vimos varias lecturas en donde es al hombre que le manda amar a la esposa.
Vemos dos mandatos, en donde Dios ya sabía de antemano los problemas que íbamos a tener como pareja para lo cual puso ese orden, que el hombre ame a su mujer, que es su ayuda idónea, que forma una sola carne con él, que es su coheredera en la gracia, pero también a la mujer le manda que su marido sea su autoridad, que se subordine a él, que lo respete.
Cuando una pareja se casa, en la que el hombre no conoce a Dios, o solo conoce de Dios, (o a veces ambos) es la mujer la que tiene la ilusión, los planes el romanticismo, el amor en el hogar. El hombre solo está pensando en su trabajo, que ya tiene mujer, y algunos otros que ya tienen empleada.
Sigamos leyendo este tema en la Biblia:
Efesios 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Sujetas viene del griego Jupotásso: subordinar; obedecer, bajo autoridad, sometido, sujeto, sumiso
Breve testimonio personal:
Hace mas de 10 años cuando no conocíamos de Dios, y yo vivía una vida desenfrenada, le decía ami esposa que yo solo iba a cambiar de vida cuando yo viera en ella tres virtudes: Recatada, Sumisa y Callada.
Pero con mi actuar y sin conocer de Dios, nunca pude ver que ella tuviera esas virtudes, lo que hacía que aumentaran mis niveles de descuido de la casa, y del hogar.
Todo por no conocer la palabra de Dios.
Veamos otro mandamiento de Dios para la mujer
Efesios 5:33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
Dios manda al esposo a que sea el líder o el guía de la mujer.
Cuando la mujer no obedece la palabra de Dios, aún siendo creyente, su esposo no podrá ser líder de la familia si la mujer no obedeces este mandato.
Hemos leído tres palabras:
1.- la mujer debe reconocer a su marido como su autoridad.
2.- la mujer debe estar sujeta a su marido como al Señor
3.- la mujer debe respetar a su marido
Si una mujer creyente, no respeta o no cumple esta orden, está en contra de la palabra de Dios.
Las Esposas deben comprender que los hombres también son frágiles.
Por fuera los hombres damos la imagen de poder, de fuerza, y está comprobado que ante una pequeña calentura, dolor de cabeza, o de estómago, o cualquier cosa menor, para el hombre es una enfermedad casi de muerte.
En cambio Dios le dio a la mujer, una capacidad, una fuerza que aún con estos problemas menores mencionados en el hombre, ellas van al trabajo, hacen las compras, cocinan, aún pueden andar en su período, etc., y no se están quejando como el hombre.
El hombre necesita el ánimo y respeto de sus esposas, para alimentar su ego.
Proverbios 14:1 La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.
A veces algunos hombres hacemos poco o no hacemos nada en la casa, por ejemplo reparar una lámpara, arreglar una fuga de agua, un lavamanos, pintar los portones, cocinar, poner un clavo para colgar una pintura o un cuadro, pintar una pared, etc.
Pero nos agrada que la mujer nos diga que quedó bien, aunque más tarde ella componga el cuadro porque quedó muy alto o de lado, o le echó algo más a la comida que hicimos para que quedara sabrosa, o le pasó otros brochazos de pintura para arreglar las grandes rayas que hicimos, etc.
Pero cuando dice que su esposo lo hizo, como que aumenta algo interno en el hombre que se siente bien en hace algo o ayudar en la casa, pero mejora el ambiente del hogar.
El hombre machista llega del trabajo cansado, y cuando llega a su casa casi ni saluda a su mujer, ni sus hijos, en algunos casos ni el perro salen al encuentro a saludarlo, y llega exigiendo su comida, que lo atiendan, exige comida ropa lista, y a veces le dice a la mujer que estas toda tranquila en la casa sin hacer nada y yo vengo de matarme trabajando para traer el sustento a la casa.
Mas no sabe que la mujer desde que se levanta, arregla la cama, dobla la sábana, hace el desayuno, alista a los chavalos para ir al colegio, hace las compras para el almuerzo, prepara el almuerzo, ve que hace falta jabón en el baño, riega las plantas, les hablas a los chocoyitos, levanta la ropa sucia, limpia la casa, se arregla antes que llegue su marido, cambia la toallas, sabe que le falta de ropa a los hijos y hasta el propio marido, hace la cena, pone la ropa en ace, saca la ropa, la seca, la dobla, la pone en el ropero en su lugar, etc. Mejor no sigo.
Y el hombre le dice no hace nada en la casa, que pasa todo el día descansando, viendo televisión…
Y luego para rematar el marido empieza a buscar de Dios y le llega con la lectura: Que la mujer esté sujeta al hombre.
Y esto a veces para algunas mujeres es fuerte, como por ejemplo si ya ha pasado sujeta o sumisa a el por muchos años, y ahora que conocen de Dios, la palabra le dice que se sujete.
Pero esta sujeción es totalmente diferente es una sujeción en amor a Dios y en obediencia a la palabra.
Sobre la frase someterse a su esposo
Para algunas mujeres esta palabra de Dios dice que ellas deben someterse a su esposo, les puede sonar un poco fuerte. Fuerte cuando el sentido se tome como agachar la cabeza, o humillarse, o solo decir si Señor a todo, pero no es así.
Cuando una palabra de Dios no se obedece, entramos en lo que se llama desobediencia.
En Isaías 14, el diablo tampoco quería someterse a Dios, él quería levantar su trono sobre el trono de Dios.
Isaías 14:12-14 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
En el Edén podemos ver lo mismo en Eva y Adán. Eso los llevó a la desobediencia.
El hombre ha recibido el mandato de someterse a Cristo, así como la mujer de someterse a su marido.
A los hijos, manda la palabra que deben obedecer a sus padres.
El hecho que debemos de someternos es algo que todos debemos hacer.
No es que el hombre se aproveche y diga: ya tengo una esclava, y maltrate y humille a la mujer. No.
La belleza de la mujer
1Pedro 3:1-4 “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
Pedro nos dice en esta palabra que la belleza de la mujer sujeta a su marido es de gran estima delante de Dios.
Y esta belleza no está en vestidos de lujos, ni grandes peinados, ni cantidades joyas de oro en ellas, sini se refiere en sentido espiritual, en sentido interno.
Sobre le uso de vestidos no lujosos
Claro está que si una mujer dedica 2 o 3 horas para arreglarse para ir a la iglesia, y aún así llega tarde, o llama la atención de la congregación, por la cantidad de perfume que impregna todo el ambiente, o su vestido es de muchos escotes, que revelan parte de su belleza femenina, esta mujer a lo que menos llega es ser parte de la congragación, más bien parece que llegara a un certamen de belleza.
Efesios 5:24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Otra vez se menciona el tema de la sujeción en esta lectura, pero aquí menciona que deben estar sujetas en todo.
Que es todo?
No es todo lo que le antoje al hombre. De considerarla como una esclava. No.
Todo debe referirse a lo que dice la palabra:
Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Algunas mujeres pueden decir:
Pero qué pasa si mi esposo no me ama?
Si no es un buen líder?
Que mi marido ni conoce de Dios?
Si no es tan inteligente como yo?
Me debo someter a el?
O como el refrán que dice: Que es candil de la calle y oscuridad de su casa.
Pero la mujer no debe obedecer a su esposo porque su esposo se lo diga, o se lo exiga. Sin importar lo que se esposo sea o haga o no haga, ella debe obedecer la palabra de Dios.
Claro está que la mujer no debe obedecer a su marido cuando esto le pide hacer algo que en contra de la palabra de Dios.
Lo que la mujer hace en su hogar es para Dios y su gloria.
Cuando la mujer se somete a tu esposo, se está sometiendo a Dios.
La sumisión es una condición del corazón, es obediencia, la rebeldía es pecado.
Cuando la mujer no se somete a su esposo su señor, la mujer se está rebelando de Dios y sometiéndose a Satanás.
El someterse a su esposo es una oportunidad que se tiene, para que su esposo (si es que no lo hace), comience a protegerla, estimarla y amarla.
Al someterse a tu marido, Dios por medio del Espíritu Santo, se encargará de cambiar a tu esposo.
Se debes estar sujeta solo a maridos que las amen?
Si algunas mujeres creen que solo se deben sujetar a aquellos esposos que si las aman, esto no lo dice la Biblia.
Jesucristo dio su vida por nosotros, pero por todos, no solo por los que estaban libres de pecados, sino que por toda la humanidad, tanto por los justos como por los pecadores.
La mujer que sabe de la palabra de Dios, debe dar el ejemplo a otras mujeres cuando vean su conducta cómo se comporta con su marido.
En otras palabras las mujeres jóvenes, o nuestras hijas jóvenes, les estarían dando un ejemplo de cómo ser mujeres piadosas.
La mujer es responsable ante Dios y antes las otras mujeres, del comportamiento que tengan en su hogar.
La obediencia en el plano militar es una obediencia sin condiciones.
Una orden de una autoridad superior no es discutida ni comentada por los subordinados. No. La obediencia es en línea recta, es ejecutada de forma inmediata.
Cuando la obediencia de cada uno de los miembros de la familia se hace sin condiciones, es cuando la mano de Dios se pone sobre esa familia.
Y los hijos van a ver la conducta de la madre y van a imitar como ejemplo lo que ella haga.
Para los hijos, somos un ejemplo de lo que hacemos como padres y ellos reflejarán en su vida lo que nosotros le estamos dando como ejemplo.
Si en tu casa hay hijos desobedientes a los padres, o tu marido no conoce de Dios, pero tú como mujer estás bien clara de la palabra de Dios, y obedeces Su palabra.
Entonces en este caso aunque tu marido no conozca de Dios, y tú te sometes a él, tus hijos podrán decir: Mamá pero como estas sometida al? No ves como es el con vos?
Pero tú como mujer estás obedeciendo el mandato de Dios sin condiciones. Estas dando a tus hijos un ejemplo de cómo es cumplir la voluntad de Dios.
Con este tipo de obediencia vas a probar el amor que tienes para con Dios, considerando a tu marido como tu líder, como tu guía.
Actualmente en la iglesia, hay muchas cosas que hacemos hombres y mujeres, vamos a cursos de parejas, charlas, terapias matrimoniales, programas, nuevos métodos, etc. Y cuando hay problemas acuden a terapias luego medio se componen y después vuelven a lo mismo.
Pero lo que el hombre y mujer necesitan es obedecer la palabra de Dios.
Porqué, porque tanto el hombre como la mujer lo que han aprendido lo han aprendido del mundo, no de la palabra de Dios.
Veamos donde más la palabra de Dios menciona la sujeción en la mujer.
En el capito 14 de la carta a los Corintios que se refiere al hablar en lenguas.
1 Corintios 14:33-38 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, 34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado? 37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore.
Liderazgo vrs sujeción
Cuando los hombres dicen: yo voy a amar a mi esposa cuando ella se someta. Y las mujeres dicen: yo me voy a someter a mi esposo cuando él me ame.
Los dos están en desobediencia a Dios.
No van a poder tomar a su esposa o su esposa como excusa ante Dios, por no haber cumplido el mandato para al hombre de amar a su esposa y a la mujer para sujetarse a su marido.
Los mandatos son individuales.
Por medio de la mujer que conoce de Dios, y vive la palabra en su hogar, será un ejemplo para sus hijos, para su esposo, amigos, vecinos, etc.
El Papel de la mujer según la Biblia
1.- Ser la ayuda idónea para su marido
Gén 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Ya leimos anteriormente que la mujer sabia edifica, su casa.
La mujer debe actuar con sabiduría en su hogar, haciendo y compartiendo con su marido cualquier decisión que dese tomar en la casa.
La mujer tiene algo que le llaman el sexto sentido, que permite en ocasiones saber si tal o cual decisión del marido pueda no salir bien.
Este es un papel importante porque ya leimos que tanto el hombre com la mujer son coherederos de la gracia, y cuando la mujer actúa realmente como la ayuda idónea a su marido, ese hogar está cumpliendo con la palabra y por consiguiente, recibirán las bendiciones que Dios tiene para los que cumplen sus mandatos.
2.- da orientaciones a los hijos
Proverbios 1:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;
La mujer por su naturaleza, caracter, paciencia, etc., es la que puede además de su marido orientar o dirigir el actuar y comportamiento de sus hjos.
3.- ser discípula, haciendo buenas obras
Hechos 9:36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía.
Esta mujer llamada Tabita, llevaba el evangelio a otras personas, era una discípula que predicaba el evangelio.
Este es otro papel de la mujer predicar el evangelio, abundar en buenas obras, en ayudar a la iglesia.
4.- enseñar a las mujeres más jóvenes
Tito 2:4-5 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
La palabra las manda a ser prudentes o moderadas, castas o inocentes, puras, a cuidar sus casas cuidar su familia, a que sean buenas.
La palabra cuidadosa de sus casas, tiene el mismo énfasis que leímos en proverbios que la mujer edifica su casa.
No en el sentido meramente literal que se ponga la mujer a construir su casa, sino en el sentido de cuidar de su hogar, de su familia, de todo el entorno de su casa.
Cuando la mujer no se sujeta a su marido, blasfema la palabra de Dios.
Blasfemar: blasfeméo: Difamar, blasfemar, maldecir
El domingo pasado compartíamos la siguiente lectura:
1Timoteo 2:11-15 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
En lo que se refiere al silencio, se relaciona a que la mujer evite entrar en discusiones y controversias con otras personas.
Además de ser otra lectura que se refiere a sujeción, menciona que la mujer no debe enseñar pero se refiere al hombre, no se contradice con lo que leíamos anteriormente de enseñar a las mujeres jóvenes o niños.
5.- Servidora en la iglesia
Romanos 16:1-2 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Diaconisa: diákonos, servidor, ayudar, ministrar, servir.
Este es otro papel de la mujer, para ayudar a otros en la iglesia, a participar en servir, para edificación de la Iglesis de Cristo
Que Dios los bendiga y los guarde
Para búsqueda en otros idiomas
Português: o papel das mulheres na Bíblia
日本語:聖書における女性の役割
Italiano: il ruolo delle donne nella Bibbia
English: the role of women in the Bible
Deutsch: Die Rolle der Frauen in der Bibel
Française: le rôle des femmes dans la Bible
Primeramente doy gracias a Dios por permitirme leer de su pan de vida. Actualmente estoy teniendo problemas en mi matrimonio debido a mis acciones. Estoy consciente que mis actos han blasfemado la palabra de Dios y a causa de estos mi marido a perdido el amor hacia mi.
ResponderEliminarHace poco que comencé a estudiar de la palabra, y como es obvio, esto me exige ser mejor cristiana cada día pero es ahí donde esta el problema. Siempre cometo errores, por mas que pido por mejorar, por que el espíritu santo me guíe, siempre le doy lugar a la carne, a la ira a tantas cosas.
Estoy realmente arrepentida de mis errores, pero ahora pareciera que ya es demasiado tarde. Mi esposo no cree en mi y eso me entristece en gran manera. Quiero de todo corazón que mi familia se restaure, y quiero pedir que oren por mi matrimonio. La oración del justo tiene poder, y aunque Dios se haya apartado de mi, tal vez atienda el llamado de alguno de ustedes.
Que Dios los bendiga y brinde sabiduría de o alto para seguir llevando la semilla a los mas necesitados.
Att: Tatiana
Estimada Tatiana, no todo está perdido, Dios no desprecia un Corazón contrito y humillado,
ResponderEliminarEl inclinara su oído a tu oración, a tu clamor solo tienes que esforzarte y ser valiente y Jehová tu Dios estará contigo en todo momento, aunque ahora pienses que te ha abandonado.
La Palabra de Dios nos dice a nosotras las mujeres que con nuestra conducta el esposo va a cambiar y si Dios lo dice es porque es una verdad para nosotras, pídele a Dios con todo tu corazón que te regale de su AMOR Y DE SU PAZ y veras como tu vida y la de tu familia va a ser transformada, así como cambio nuestro matrimonio y nuestra familia, solo tienes que rendirte a El verdaderamente con todo tu corazón y poner en sus manos tu vida, tu carácter para que tu esposo vea tus cambios y vuelva su confianza en ti.
Estaremos orando por tu matrimonio nosotros y todo el ministerio por que como tú dices la oración del justo tiene poder, gracias por tus bendiciones e igual para ti,
Que Dios te bendiga y te guarde y haga resplandecer su rostro sobre ti y tu familia.
Ramón y Martha