La desobediencia

Significado de Desobediencia: es la falta de obediencia con respecto a una normas establecidas.
En el sentido bíblico, el significado de Obediencia: es la aceptación de la ley y la voluntad establecida por Dios.

Esta mañana vamos a analizar a la luz de la palabra de Dios, el significado de la desobediencia del hombre.

Adán y Eva los primeros desobedientes
Génesis 2:16-17 “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”

Dios estaba estableciendo normas que debían ser obedecidas por Adán y Eva.

Vamos a ver en la Biblia, que el tentador Satanás, engaña primero a Eva y luego por medio de Eva a Adán, desobedeciendo el mandato de Dios.



Génesis 3:1-6 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.”

De esa forma Satanás hizo que la primera pareja cayeran en desobediencia, al mandato de Dios, que les dijo que no comieran de ese árbol.

Vamos a notar que cuatro cosas se aprecian en esta lectura que hizo que Eva, cayera en tentación:

1.- Vivir eternamente
2.- Serían como Dios, sabiendo el bien y el mal
3.- El árbol era agradable a sus ojos
4.- El árbol era codiciable para alcanzar sabiduría

Dios les revela su pecado
Génesis 3:9-13 “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.”

Consecuencias de la desobediencia
1.- Dios maldijo la tierra por causa del hombre que obedeció la voz de la mujer, no maldijo a Adán

2.- Que con el sudor de su frente iba a conseguir su alimento,

3.- La vida del hombre fue acortada.

El hombre iba a vivir por siempre en la tierra, pero por la desobediencia existe la muerte, Dios le dijo a Adán del polvo eres y al polvo volverás.

4.- El pecado trajo dolor al mundo
A la mujer Dios le dijo que iba a tener dolores en su parto, y le confirma su estado de pesar y sujeción a su marido.

A la mujer le dijo que iba a tener dolores en su parto, y le dice que su deseo será para su marido y que su marido se enseñoreará en ella.

Así como reaccionaron Adán y Eva, es idéntico a lo que la mayoría de los seres humanos hacemos.

Estos valores que vemos son: Codicia, Vanagloria, Orgullo y evadir responsabilidad, o achacar a otros nuestra culpa.

Muchas personas se sacrifican o invierten mucho de su tiempo, para llegar a ser alguien importante, influyente o con mucha capacidad económica, sobresalir sobre los demás para que los demás lo valoren.

Pero Dios no valora para nada estas características del ser humano.

Dios valora más la obediencia.

Vamos a ver otro caso de una pequeña desobediencia: Moisés

Números 20:1-8 “Llegaron los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y acampó el pueblo en Cades; y allí murió María, y allí fue sepultada. 2 Y porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. 3 Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! 4 ¿Por qué hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? 5 ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granadas; ni aun de agua para beber. 6 Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos. 7 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias.”

En el versículo 1, cuando se refiere a María se refiere a Miriam, hermana de Moisés, la que lo puso en una canasta en el río para salvarle la vida.

Vemos que el pueblo de Israel, en muchas ocasiones comparaban su vida con la vida en Egipto, porque no tenían visión acerca de la tierra prometida, la tierra de Canaán. En otras palabras siempre estuvieron añorando volver al pasado, que la vida de esclavitud era preferible a estar teniendo sed en el desierto.

Anteriormente el pueblo de Israel, también había tenido sed.

Vamos a leerlo en Éxodo.

Éxodo 17:1-6 “Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. 2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? 3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? 4 Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. 5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y vé. 6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.”

Que hicieron Moisés y Aarón en la lectura en el libro de Números?
Números 20:9-11 “Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. 10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? 11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.”

Qué diferencia vemos entre la lectura en Exodo y Números?

1.- Que Dios le dijo que en Exódo que solo golpeara la roca y el agua iba a salir.

2.- En Números no le dice que golpee la roca, solo que le hablara a la peña.

Dios le había dicho a Moisés y Aarón, que le hablaran a la peña, no le dijo que la golpeara con vara.

Dice la palabra de Dios que Moisés, le pegó dos veces a la roca.

Continuemos leyendo.

Números 20:12 “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.”

Dios le dice a Moisés que ni él ni Aarón llevarán al pueblo a la tierra prometida, por haberlo desobedecido.

Le dio Dios agua al pueblo de Israel? Si

Obedeció Moisés a Dios? No.

Moisés y Aarón dieron la impresión que fueron ellos los que hicieron salir el agua, al no glorificar el nombre de Dios.

Dios le dice a Moisés, por cuanto no le creyó no lo santificó delante de los hombres.

En lugar de solo hablarle a la roca como Dios le dijo, Moisés, recurre a acto físico para realizar un milagro.

Dios no utilizó ningún acto físico para la creación, solo utilizó su palabra.

Génesis 1:3 “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.”

Moisés hace lo que Dios le dijo a su manera, para darle agua el pueblo de Israel.

Podemos preguntarnos si es un pequeño error.

Solo porque le faltó hablarle a la peña.

Que hubiéramos hecho en el lugar de Moisés?

Quizás pedir disculpas, decirle que la presión por la que estaba pasando es fuerte, que estaba con mucho stress, que ese olvido es un pecado pequeñito.

Qué le pasó a Aarón?
Números 20:22-29 “Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor. 23 “Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte de Hor, en la frontera de la tierra de Edom, diciendo: 24 Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla. 25 Toma a Aarón y a Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor, 26 y desnuda a Aarón de sus vestiduras, y viste con ellas a Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá. 27 Y Moisés hizo como Jehová le mandó; y subieron al monte de Hor a la vista de toda la congregación. 28 Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte. 29 Y viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le hicieron duelo por treinta días todas la familias de Israel.”

Leamos otro versículo sobre la muerte de Aarón:

Números 33:38 Y subió el sacerdote Aarón al monte de Hor, conforme al dicho de Jehová, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes.

Vemos que dice el mes quinto, o sea que murió cuatro meses después de su hermana María, (Números 20:1).

Que le pasó a Moisés?
Deuteronomio 34:1-5 “Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan, 2 todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental; 3 el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar. 4 Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá. 5 Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová.”

Qué pudo haber pensado el pueblo de Israel?
Que Dios no perdonó a sus líderes, a sus guías, de los tres hermanos, dos habían muertos y el tercero Moisés no iba a entrar a la tierra prometida.

Nosotros podemos pensar que si Dios no perdonó la desobediencia en los líderes, tampoco va a perdonar la desobediencia en nosotros.

Ejemplo: En la vida militar una orden se cumple o se cumple. En el ejército no existe un sindicato donde quejarse. Existe una disciplina miltar. Si en la línea de mando no se cumple una orden, tiene su castigo. Si el ejército castiga a un Capitán por desobedecer una orden, como no castigará a un soldado el no obedecer una orden.

Si un teniente saca a su pelotón a hacer ejercicios a la 3 am, los soldados tienen que obedecer, sino son dados de baja del ejército. No hay pretextos de decir tengo sueño, no dormí bien. Aunque salgan a hacer ejercicios bajo lluvia, hay que obedecer.

Le sirvió a Israel como ejemplo el castigo de Dios a Moisés y Aarón? No.

El pueblo de Israel, no entendió el castigo que Dios le dio a Moisés y Aarón.

Ellos no comprendieron o vieron más allá, que por la queja de ellos de tener sed, llevaron a la muerte de Aarón, y que Dios le prohibiera la entrada a la tierra prometida.

Números 21:4-5 “Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.”

El pueblo de Israel se mantuvo sin creerle a Dios.

Ya vimos la consecuencia de la desobediencia de Adán y Eva, y la de Moisés y Aarón.

Pero Adán y Eva, dieron excusas, Moisés y Aarón no. Ellos reconocieron que habían desobedecido a Dios.

Adán y Eva tenían de todo en la tierra, no tenían necesidades materiales ni espirituales.

Dios les proveía sus alimentos y hablaba con ellos.

Muchas de nosotros, cuando pasamos por dificultades actuamos igual que ellos, poniendo excusas para culpar a otros de nuestras fallas.

Cuando lo que tenemos que hacer es lo contrario, debemos de confiar más en Dios en los momentos de mayor dificultad en nuestras vidas.

A Dios le agrada más la obediencia que las ofrendas.

1 Samuel 15:22 “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.”

Vamos a revisar en el Nuevo Testamento, cuado Jesús les habla a los fariseos acerca de obedecer la palabra de Dios, de hacer la voluntad de Dios.

Mateo 21:28-32 “Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. 29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. 30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. 32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.”

Que es lo que le dice a los fariseos? Que dicen conocer la palabra de Dios, no creyeron al mensajero de Dios, pero los que son considerado pecadores como los publicanos y las rameras, le creyeron a Juan, y ellos los fariseos aún viendo esto no se arrepintieron ni creyeron.

Los creyentes que saben de la palabra de Dios, debemos de obedecer la palabra de Dios, porque sabemos las consecuencias de la desobediencia, como los dos casos que vimos de Adan y Evan, y el de Moisés y Aaron.

Dice la palabra que ya nosotros los que conocemos la palabra de Dios, ya no podemos volver al mundo de pecado.

Dios nos dice en su palabra en reiteradas ocasiones que no nos desviemos ni a izquierda ni derecha, que nos mantegamos en el camino recto.

Cuando nos salimos de sus caminos, y volvemos al mundo de pecado, en la Biblia Dios compara a estos casos, como cuando el perro vuelve al vómito y la cerda revolcarse en el lodo.

2Pedro 2:20-22 “Si habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones que al principio. 21 Más les hubiera valido no conocer el camino de la justicia, que abandonarlo después de haber conocido el santo mandamiento que se les dio. 22 En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada, a revolcarse en el lodo.”

Nos advierte que nuestro estado final va a ser peor, que el estado inicial cuando conocimos a Jesucristo.

Mateo 12:43-45 “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.”

Un ejemplo que podemos tomar de esta palabra, es cuando una persona conoce a Jesucristo, y comienzan cambios en su vida, y se da lo que se llama el primer amor”, uno anda leyendo la palabra de Dios, anda con alabanzas en el carro, en la casa, deja los vicios, ora de rodillas, ayuna, es otra persona.

Pero luego algo pasa que esa persona, ya pierde la pasión por leer, por orar, solo se queda con las alabanzas. Y ahí es cuando ése espíritu inmundo encuentra la casa desocupada, y limpia. Si la casa que se refiere este pasaje, ése espíritu la encontrara “llena” del Espíritu Sano, ese espíritu no tendría lugar ni él ni los otros siete para entrar en esa persona.

Cuando una persona no obedece la palabra de Dios de no desviarnos ni a derecha ni a izquierda, y hace cosas que le desagradan a Dios, es idéntica a la persona que tiene su casa limpia y arreglada, dándole oportunidad a que entren estos espíritus en él y su estado viene a ser peor que el estado inicial, cuando conocimos a Jesucristo.

Tenemos la palabra de Dios para obedecerla y obtener su promesa
Deuteronomio 30:9-10 “Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, 10 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.”

Esta es una bendición que Dios nos ha regalado a los que obedecemos su voz, obedecemos su palabra, que guardemos los mandamientos que nos dejó en la Biblia.

Que Dios te bendiga y te guarde.

2 comentarios:

  1. muy bueno Dios te bendiga

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    Respuestas
    1. Bienvenido a este blog Cristiano.

      La honra y gloria sean para Dios

      Un abrazo en Cristo

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