Agradeciendo con misericordia

Deuteronomio 15:11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.


Esta mañana vamos a reflexionar sobre el agradecimiento a través de la misericordia.


Todo cuanto recibimos de parte de Dios, tiene que llevarnos a un agradecimiento con lo que El nos da y por medio de su palabra vamos a estudiar que nos debe también llevar a tener misiricordia.


Debemos ser agradecidos con lo que Dios nos da.
En la palabra de Dios vamos a ver que muchas veces Jesucristo habla de ayudarle a los necesitados.

Cuando nosotros recibimos alguna bendición y no la compartimos con los más necesitados no estamos siendo agradecidos con Dios, porque lo que nosotros no vamos a poder recibir de Dios bendición alguna.

Leamos el contexto de la lectura inicial

Desde el Antiguo Testamento, ya había diferencias sociales, entre ricos y pobres.

Pero Dios manda a decirle al pueblo de Israel, que deben ser generosos, para los más necesitados.

Deuteronomio 15:7-11 Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, 8 sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite. 9 Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. 10 Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. 11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

Verso 7
Dice "en la tierra que Dios nos da.", de forma que debemos ser agradecidos con los que Dios nos da, y una forma de hacerlo es ayudando a los menesterosos, a los necesitados.


Porque de esa forma nos bendecirá Dios en todos tus hechos y en todo lo que emprendamos.

De lo contrario si somos de corazón duro, y no ayudamos al menesteroso, se nos podrá contar como pecado.

Verso 10
Sin falta le darás.

Sin excusa le darás.

No serás mezquino.

No serás tacaño.

Por ejemplo: Si sabemos que un almuerzo promedio cuesta 40 pesos y le damos a alguien que no ha almorzado solo 5, eso es ser mezquino si acaso andamos más dinero en la bolsa.

Verso 11
Abrirás tu mano.

NO debemos ser puño cerrado al momento de ayudar al necesitado.



Agradecimiento de Abigail
Cuando el rey David andaba en el desierto con sus hombres, pasó cerca de una propiedad de un hombre llamado Nabal y pensó que por agradecimiento él podría ayudar a sus hombres.

Abigail era le esposa de Nabal, de quien la Biblia narra que era inteligente y de buena presencia.

1Samuel 25:4-8 Y oyó David en el desierto que Nabal esquilaba sus ovejas. 5 Entonces envió David diez jóvenes y les dijo: Subid a Carmel e id a Nabal, y saludadle en mi nombre, 6 y decidle así: Sea paz a ti, y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes. 7 He sabido que tienes esquiladores. Ahora, tus pastores han estado con nosotros; no les tratamos mal, ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado en Carmel. 8 Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia en tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David.

Como el rey David y sus hombres habían protegido y ayudado a los pastores de Nabal, pensó que en agradecimiento Nabal, les iba a ayudar en algo a sus hombres y a él.

Pero Nabal, era un hombre rico que no tuvo agradecimiento por lo que ellos hicieron.

Sigamos leyendo

1Samuel 25:9-13 Cuando llegaron los jóvenes enviados por David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron. 10 Y Nabal respondió a los jóvenes enviados por David, y dijo: ¿Quién es David, y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. 11 ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y la carne que he preparado para mis esquiladores, y darla a hombres que no sé de dónde son? 12 Y los jóvenes que había enviado David se volvieron por su camino, y vinieron y dijeron a David todas estas palabras. 13 Entonces David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y se ciñó cada uno su espada y también David se ciñó su espada; y subieron tras David como cuatrocientos hombres, y dejaron doscientos con el bagaje. 

Se narra en la Biblia, a que la mujer de Nabal, llamada Abigail, se adelantó y envió un presente en carnes, frutas, panes, vinos, etc., y logró aplacar la ira del rey David.

En esa misma lectura, Abigail le dice a Nabal lo que hizo y dice la Biblia que se desmayó y se quedó como de piedra, hasta que murió a los 10 días.

Otra forma de expresar agradecimiento
En el Nuevo Testamento, vamos a leer otra lectura, sobre el agradecimiento:

Vamos a leer en la carta a los Romanos, que el Apóstol Pablo les recomienda a la iglesia a una mujer llamada Febe.

Romanos 16:1-2 Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayudéis en cualquier asunto en que ella necesite de vosotros, porque ella también ha ayudado a muchos y aun a mí mismo.

Dos cosas le dice a la iglesia:
1.- que la reciban de forma digna
2.- que la ayuden en cualquier asunto que ella necesite

Porque ella ha ayudado a muchos y aun al mismo Pablo, pero ahora ella está pasando por alguna necesidad.

En otras creencias también en agradecimiento ayudan a los pobres.

Estos son los judíos y los musulmanes.
1.- Los judíos
Los judíos tienen bien claro lo que significa ayudar al pobre. Y conocen bien esta lectura de Deuteronomio.

Esto es como lo que vimos del ayuno el miércoles pasado, en donde reflexionamos que el ayuno que Dios quiere es:

Isaías 58:6-10 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. 9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 

Este es el ayuno que Dios quiere, que quitemos el yugo en medio de nosotros, que quitemos el dedo amenazador, que nos quitemos la vanidad.

Para Dios es más agradable que tengamos misericordia de los necesitados que cualquier otro sacrificio, incluso el ayuno.

Oseas 6:6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Los judíos saben que es una forma de justicia ayudar a los pobres, a los marginados, a los necesitados.

2.- Los musulmanes
Los musulmanes celebran a partir de este 20 de julio hasta el 19 de agosto 2012, las fiestas del Ramadán, que es el noveno mes del calendario musulmán, en donde practican el ayuno diario desde la salida hasta la puesta del sol.

El objetivo del ayuno es buscar un estado de paz, teniendo conciencia Divina, para tener paciencia, humildad, recordar lo afortunados que son, y en ayudar al necesitado.

En el mes de Ramadán, se incrementa la lectura de su libro sagrado y se es más generoso, que los otros meses.

Ellos se abstienen de comer alimentos, tener relaciones sexuales, decir palabras ofensivas, tener malos pensamientos, evitar enojarse ante un insulto o agresión.

Volvamos con el agradecimiento

Debemos de dar gracias por los alimentos que Dios nos da, por los ingresos que nos da, por mucho o por muy poco que sea, debemos darle gracias por la vida, por las pruebas, por las dificultades.

2Corintios 9:10-13 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. 12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos.

Verso 10
El que da semilla al que siembra.  Solo al que va a sembrar le va a dar semilla.  No le va a dar semilla al que no siembra. E estos los proveerá y multiplicará vuestra sementara.

Verso 11
Para que estéis enriquecidos con toda liberalidad, para que teniendo podamos ayudar generosamente a los que no tienen, a los menesterosos.

Verso 12
Para que abundemos en muchas acciones de gracias a Dios.

Verso 13
Por obediencia al evangelio de Cristo, y por la liberalidad, generosidad de contribuir para ellos y para todo.

Dios nos va a dar para dar.

Dios nos va a bendecir para probar nuestra generosidad con los que tienen necesidad.

Salmos 103:1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Dios nos ha dado más beneficios que cosas malas.

Lo único que los momentos “malos” los sentimos eternos.

El día lunes me preguntaron unos amigos cómo había sido mi cambio, que les contara.

Y el cambio en nuestras vidas debe ser testimonio de las cosas que Jesucristo ha hecho por su misericordia en cada uno de nosotros.

Y el Espíritu Santo es el que se encarga de las transformaciones en nuestras vidas, unas veces de forma inmediata, otras veces poco a poco.

El Espíritu Santo, actúa en nuestras vidas en todos los ámbitos pero lo principal es la salvación de nuestras almas.

Alguien puede decir, pero es que yo aún no he recibido nada, y es que debe esperar la respuesta y mantenerse en sus mandamientos, porque de nada vale pedirle algo a Dios, retirarse de El, y volver más tarde a esperar lo que había pedido.  Debemos persistir en esperar su respuesta.

No existe otra forma de agradecerle a Dios lo que ha hecho en nuestras vidas sino en servirle, compartiendo su palabra, porque su promesa fiel para todos los que lo reciben.

A Dios nunca podemos pagar lo que El ha hecho por nosotros.

Dice una alabanza:  Ni las voces de 1 millón de ángeles expresarán mi gratitud.

Debemos de darle gracias a Dios en todo tiempo.

Salmos 34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.

El agradecimiento a Dios, es una de las características de un cristiano.

Y es el que nos abre las puertas a las bendiciones de Dios.

Por muy poco que veamos la mejoría en nuestras vidas, debemos de dar gracias.

Las promesas de Dios son eternas pero no son materiales, son de salvación y vida eterna, todos los bienes materiales a El se lo debemos.

Por eso debemos ser generosos con los más necesitados, principalmente los hermanos de nuestra fe.

Aun en los momentos de pruebas, de angustias, en que nos sentimos abatidos, a veces decepcionados, que creemos que Dios nos ha abandonado, y somos nosotros impacientes por su respuesta, Dios nos está cuidando, y aún con todos estos problemas, su misericordia con nosotros, nos ha dado más de lo que realmente merecemos.

Pidamos a Dios que ponga esa carga adicional en nuestro corazón, para poder despojarnos generosamente, con liberalidad, para ayudar a los mas necesitados. porque todo lo que hemos recibido a venido de parte de El.

Para que no seamos mezquinos de corazón, para que nuestro puño no se cierre al ver las necesidades de los otros.

Que Dios te bendiga y te guarde.