El matrimonio


Es la institución social conocida como legítima por la sociedad, consistente en la unión de 2 personas de distinto sexo, para establecer una comunidad de vida estable y duradera.

En el Antiguo Testamento, se acostumbraba tener como relación la  poligamia.  En el Nuevo Testamento Jesucristo, dejó sentado que la relación matrimonial debía ser la monogamia.

Mateo 19:5-6 Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 16 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 

Desde la creación, Dios dejó conformado la unión matrimonial, porque desde el inicio, al ver que el hombre estaba solo, formar a la mujer para ser su compañera.

Genesis 2:18  Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Esta ayuda idónea, es un indicativo que era la única forma de que el hombre no estuviera solo.

Génesis 2:22,24 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

El matrimonio no es un asunto meramente social, sino que conlleva una gran responsabilidad desde la perspectiva de fe, valores y principios de las personas.

Es iniciar un proyecto de vida que durará hasta que la muerte los separe.

El matrimonio es un pacto, una unión indisoluble, una relación de amor entre dos personas, (un hombre y una mujer), que se unen para formar una familia.

La concepción cristiana del matrimonio se nos ha revelado a lo largo del Antiguo y Nuevo testamente, y nos presenta toda la nobleza, severidad y responsabilidad que implica el matrimonio.

Dios no solo lo establece el matrimonio, sino que también lo bendice.

Génesis 1:27-28 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.


Problemas que afectan al matrimonio
Amargura Enojo no perdonar
Egoísmo Ofensas no compredender al otro
Infidelidad Sumisión Infidelidades
Engaño Violencia Falta de atención
Falta de solidaridad Cuando no hay amor

Todo lo anterior descrito, solamente se puede superar acercándose a Dios y permitiendo que entre en nuestros corazones con un verdadero arrepentimiento y no continuar pecando.

Está comprobado que los matrimonios que oran juntos, permanecerán unidos y bendecidos, espiritualmente por Dios.

Eclesiastés 4:9-12 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.

Consejos para el Matrimonio
1.- Autoridad y Sujeción
Efesios 5:21-23 Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 

El marido es la autoridad en la familia.

La mujer como su ayuda idónea, le ayudará para que entre los dos se tomen las mejores decisiones en el hogar.

La mujer debe aprender a respetar y darle el lugar que su esposo se merece.

En ningún momento, debe la mujer tomar el lugar o la autoridad del marido. (salvo en casos donde al marido se encuentre fuera del hogar por un largo tiempo).

La mujer debe aprender el significado de “someterse” a su marido.

Aprender a ser sumisas con su marido.

Lo que vendrá a tener cambios en su marido, que al ver su conducta, aprenda a amarla y respetarla como lo vimos en la lectura de Efesios.

2.- El matrimonio dura hasta la muerte
Romanos 7:1-3 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? 2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. 3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.

Aunque en un matrimonio se presenten cualquier tipo de problemas, llamadas desavenencias, incluso en las que el esposa llegue a ser infiel, le toca en este caso a la mujer orar por su esposo, pero no pensar en separarse o divorciarse porque no le agrada a Dios.

El matrimonio es para siempre y su por alguna causa el esposo abandona el hogar, la mujer no puede unirse con otro varón, porque de esta forma adultera.  Solamente puede casarse nuevamente cuando quede viuda.

1Corintios 7:1-5 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 

El hombre y la mujer deben ser el uno para el otro, para evitar caer en fornicación.

Dice la palabra, que cada cual debe cumplir su deber conyugal, al menos que por mutuo consentimiento, o que estén en oración y ayuna, lo cual no debe ser por mucho tiempo, porque el diablo los puede tentar y hacer caer en fornicación y adulterio.

3.- Cuando hay enojo
Efesios 4:26-27 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo.

En un matrimonio puede ocurrir que en alguna situación la pareja no esté de acuerdo, pero deben evitar llegar al enojo,  al discusión, violencia, o pleito.

Debemos de arreglado cualquier situación de enojo, o conflicto, antes que llegue la noche, para no darle lugar al diablo en nuestras vidas.

No puede un matrimonio llegar al enojo y no disculparse y aún así orar en la noche, sabiendo que nuestras oraciones no van a ser escuchadas por Dios, cuando el enojo  sería el estorbo a nuestras oraciones.

4.- La virtud en la mujer
Proverbios 12:4  La mujer virtuosa es corona de su marido;  Mas la mala, como carcoma en sus huesos.

La mujer debe ser siempre la honra para su marido.

Siendo buena, ejemplar, para ser corona para su marido, porque lo contrario se como la mujer mala que carcome hasta los huesos.

5.- La sabiduría en la mujer
Proverbios 14:1  La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.

La mujer con sabiduría afirma su hogar, pidiéndole siempre a Dios que la guíe, para poder edificar su casa.

Para no ser como la mujer necia que destruye el hogar.

6.- En hogar debe haber amor
Proverbios 15:17  Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio.

Es mejor un hogar donde hay paz, tranquilidad, armonía, aunque no tengan mucho alimento, que habiendo abundancia, lo que exista es el odio, pleito, gritos, malediciencias, etc.

7.- Para el matrimonio no existe el divorcio
1Corintios 7:10-11 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer

No existe el divorcio en el matrimonio, ni separación, y si se separan la palabra de Dios manda a que se reconcilien, que no se casen con otro.

Este es un mandamiento de Dios, que los matrimonios no se separen, y mucho mas cuando la pareja ya conoce de Dios y es obediente a su palabra.

8.- El marido debe amar a su esposa
Colosenses 3:18-19 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

Dios nos está hablando de la obediencia en el matrimonio, porque Dios la ha Santificado y bendecido.

Por eso manda a las mujeres que estén sujetas, que tengan como autoridad a su marido.

De igual forma manda a los maridos, a que amen a sus mujeres que nos sean ásperos o groseros con ellas.

9.- Un matrimonio sin mancha
Hebreos 13:4  Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

El matrimonio debe ser santo, como el lecho sin mancilla o pecado, debe reinar el amor, la unidad, la comunicación , porque si alguno es infiel, cae en fornicación y adulterio, por lo cual será juzgado por Dios.

10.- Cuando uno de los cónyuges no conoce de Dios
1 Pedro 3:1-2,7  Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Cuando en un matrimonio el marido no es cristiano, le toca a la mujer comportarse de acuerdo lo que dice la palabra de Dios, en relación a la sujeción y en obediencia a la palabra de Dios, para que por medio de la conducta de ella, el Espíritu Santo haga en el marido el cambio, para convertirse a Dios.

De igual forma si el caso fuera al contrario donde la mujer no es cristiana, le toca al marido desempeñar la responsabilidad que le manda la palabra de Dios, tratando a su mujer con delicadeza, sabiamente con amor, ternura, y el Espíritu Santo hará el cambio en ella para convertirse a Dios.

11.- El matrimonio como bendición
Proverbios 18:22  El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.

Como cristianos debemos estar convencidos y claros, que desde el principio Dios estableció, el matrimonio, lo bendijo, quedando establecido que era para siempre.

Por tanto dice la palabra de Dios que el que halla esposa halla el bien y alcanza la benevolencia de Dios.

Que Dios los bendiga y los guarde



Publicado por:
Mario y Rosario de Trujillo





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