Extranjeros en tierra ajena

Cuando uno se encuentra fuera de su tierra, y ha pasado mucho tiempo en otro país, posiblemente pueda tomar algunas costumbres, modismos o forma de hablar en el lugar que se encuentra, pero no debería para perder sus raíces, sus costumbre o mucho menos el idioma.

Por la influencia de otros países “democráticos”, como por ejemplo los Estados Unidos con el llamado sueño americano, hemos visto que algunas personas con estar por esos lados unos meses o a máximo un año, ya su forma de hablar es distinta, y no es culpa de ellos, es culpa del entorno donde han vivido, quizás hasta les es conveniente hablar como las personas a su alrededor para evitar problemas con migración, etc.

La influencia de vivir en un país extraño produce en algunas personas cambios hasta en la idiosincrasia y en la forma de pensar de esa persona, de forma que hasta sienten orgullo de andar un pañuelo o una camisa con la bandera o con los símbolos patrios de ese país.




En los jóvenes o adultos, que no conocen de Dios, o a veces conociendo de Dios lo hacen de forma involuntaria, es más fácil comprar una gorra, una camiseta, una pañoleta, una faja, con una bandera de EEUU, o con un símbolo de calavera, de pirata, o muerte, o con llamas, que una bandera de Nicaragua, o que diga Jesús te ama, o que tenga una Lectura Bíblica, etc.) Porqué? Porque les da pena y es más fácil ponerse una camisa con una calavera y andar alejados de las cosas de Dios, que andar una camisa con la palabra Jesús te ama y actuar de forma contraria.

Hace años en Nicaragua se dió una huelga y en TV se vió a una señora con una camiseta que decía: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, pero tenía un martillo y con violencia le pegaba a una puerta para destruirla.

Su actuar era conforme a lo que decía su camiseta?

No.

Sofonías 1:8 “Y en el día del sacrificio de Jehová castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero.”

La estadía en otro país produce varios efectos: como nostalgia, tristeza en variados rangos desde leve hasta severa, no incluyo en estos efectos a los que siempre han soñado con vivir en ese país sin importar lo que tengan que pasar o sufrir para llegar, sin importar en trabajar en lo que sea con tal de cumplir sus sueños de vivir en ese país.

En otro país se siente la nostalgia cuando escuchamos el himno nacional, cuando tenemos visitas de familiares de nuestro país, cuando extrañamos una comida típica como un nacatamal, un quesillo, un vigorón, o frescos como leche con cacao, un tiste, etc. Y en su lugar son sustituidos por el himno del país en que vivimos, en lugar del nacatamal, quesillo o vigorón tenemos una hamburguesa, un hot-dog, o una pizza, y en lugar de la leche con cacao, o el tiste tenemos una gaseosa en lata.

Existen personas que actualmente están viviendo en una pésima situación económica, por no decir una precaria situación económica, pero su orgullo de no regresar a su país de origen o les digan que volvieron fracasados, prefieren quedarse a vivir el resto de sus días en un país extranjero, que con el tiempo y al no tener familia cuando lleguen a una edad adulta, se ven obligados a regresar a su tierra.

No estoy en contra que alguien desee viajar a los EEUU u otro país como una meta propuesta en su vida.

Cada quien es libre de hacerlo.

Lo que me quiero referir es a las repercusiones que se dan cuando una persona viaja a otro país en busca de una mejoría económica.

La nostalgia por los familiares, esposo(a), padres, hijos, amigos, vecindario, cada vez mientras el tiempo pasa se reduce a solo un chat, una correo o llamadas por teléfono, en donde las remesas vienen a formar parte del vínculo familiar.

Debido al llamado sueño americano, que la sociedad de consumo ha puesto en la mentes de miles y miles de personas, los que tienen como su meta vivir en los EEUU, piensan, hablan y se comportan como si hubieran nacido en ese país. Muchos han perdido casa, carro, dinero y en ocasiones hasta la vida por ir a vivir en ese país.

Así de triste es a veces la vida de las personas que se van a otro país en busca de fortuna, y son miles las historias que no siempre terminan con un final feliz.

Abraham y su descendencia fueron extranjeros en tierra ajena
Dios le dijo a Abraham, antes llamado Abram, que saliera de su tierra y de su parentela, diciéndole: “ven a la tierra que te mostraré, y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”

Y Abraham, obedeció llevando una vida como extranjero en tierra ajena.

Hechos 7:5-6 “Y no le dio herencia en ella, ni aun para asentar un pie; pero le prometió que se la daría en posesión, y a su descendencia después de él, cuando él aún no tenía hijo. 6 Y le dijo Dios así: Que su descendencia sería extranjera en tierra ajena, y que los reducirían a servidumbre y los maltratarían, por cuatrocientos años.”

Vamos a leer en la Biblia, lo que leímos en la lectura inicial, que Abraham, lo hizo totalmente con fe, aún sin ver la promesa.

Hebreos 11:9 “Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa”

La decisión de vivir en la tierra prometida como en tierra ajena, lo hizo en un acto de fe.

Así de igual forma debemos de hacerlo nosotros.

Vivir en fe como extranjero como viviendo en tierra ajena.

Moisés vivió como extranjero
Cuando Moisés miró a dos hombre peleando, y quería terminar el pleito uno de ellos, le revela que él ha matado a un hombre. Entonces el huye de Egipto a vivir como extranjero.

Hechos 7:29 “Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos.”

Vemos que Moisés no se acostumbró a la vida en el extranjero, sino que regresó su tierra natal.

Pero podemos pensar, como es vivir como extranjero en tierra ajena, si yo nací en Nicaragua, vivo en Nicaragua, puede ser que la casa donde vivo sea propia o alquilada, pero como es eso de vivir como extranjero en la tierra prometida como si fuera ajena?

Vamos a verlo en la Biblia.

Jesús dijo que su reino no era de este mundo.
Juan 8:23 “Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.”

Aunque todo fue hecho por El, para El y por medio de El, Jesús les declara que su reino no es de este mundo.

De igual forma se lo dijo a Poncio Pilatos, que su reino no era de este mundo.

Juan 18:36 “Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.”

Esto les decía a los fariseos, porque ellos pertenecían al mundo, vivían en pecado.

Dos versículos antes les decía que al cielo donde iba a ir Jesús ellos no podían ir.

Jesús vivió aquí en la tierra como extranjero, incluso cuando lo iban a atrapar no quiso hacer uso de su fuerza o su caballería, para defenderse.

Mateo 26:53 “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?”

Una legión en ese tiempo era de alrededor de 6,200 soldados a pie y 300 a caballo, de forma que 12 legiones equivalen a 78,000 soldados.

Se imaginan la cantidad de ángeles que podían haber estado a su alrededor, en un instante?

Pero Jesús no quiso hacer uso de su poder, porque vino obediencia al Padre, y no solo obediencia sino obediencia hasta la muerte.

Cuando se toca este tema de obediencia solo lo mencionamos como lo que significa, pero el término hasta la muerte, solo podemos imaginarnos que tipo de obediencia tuvo Jesucristo, como que nos manden a hacer algo y sepamos que lo que vamos a hacer nos va a causar la muerte.

Por eso al igual que Jesús, nosotros así le pedimos a Dios, en el “Padre Nuestro” que venga a nosotros su reino.

Pero no podemos estar pidiendo que venga su reino si aún no estamos preparados para recibirlo.

Porque debemos de vivir en la tierra como si fuéramos extranjeros?
Porque el príncipe de este mundo, Satanás gobierna en la tierra.

1 Juan 5:19 “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.”

Por eso en esta misma epístola, vamos a leer que nos manda a no amar las cosas del mundo, ni atesorar los bienes de este mundo.

1 Juan 2:15 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”

De igual forma la Biblia nos advierte a tener o atesorar bienes de este mundo.

1 Juan 3:17 “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”

Vemos en esta última lectura que cuando se refiere a bienes de este mundo, implica por el texto y estilo de escritura, que tienen más valor los bienes del reino de Dios.

Inclusive no debemos disfrutar de los bienes de este mundo, porque este gozo es momentáneo, es pasajero.

1 Corintios 7:31 “y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.”

Debemos de vivir como extranjeros viviendo en tierra ajena porque no somos de este mundo.Dice la Biblia que debemos de disfrutar como si no lo disfrutamos, o sea no regocijarnos con las cosas materiales de este mundo.

Pero como vivir como extranjeros? Si dice la Biblia, que la tierra es heredad para los mansos?

Mateo 5:5 “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.”

Porque se refiere a la nueva tierra que Dios tiene preparado para los que hacen su voluntad.

Por eso al igual que Abraham que habitó en la tierra prometida viviendo como extranjero en tierra ajena, así igual nosotros que vivimos en la tierra, debemos de vivir en ella como si fuéramos extranjeros en tierra ajena.

No somos de este mundo
Juan 17:14-16 “Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.”

Esto les puede parecer una locura a muchos
Cuando comentes este tema con otra persona, que te oigan decir que no eres del mundo, quizás te puedan decir que estás loco, o que estamos locos todos los que creemos eso, pero el evangelio de Cristo es locura para los que se pierden.

Lo dice la Biblia:

1 Corintios 1:18 “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.”

Incluso algunos pueden argumentar que Dios no existe o que se existe es un Dios bueno, que no hace ni mal ni bien a nadie, que todo está en tu comportamiento, etc.

Pero no debemos hacerles caso a esta gente, Dios es fiel, y ya tenía contemplado que algunos hombres dijeran esto.

Sofonías 1:12 “Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal.”

Estos son los tipos de hombres que así dicen, que Dios no nos va a hacer nada, ni bueno ni malo. Pero Dios tiene reservado un castigo para ellos.

No debemos hacerles caso.

Vivamos como extranjeros en este mundo, como si vivimos en tierra ajena.

Aprendamos a copiar los modismos y formas de hablar, no de un país determinado sino del reino de Dios, hablando entre nosotros con palabras de exhortación, de amor de sabiduría.

Colosenses 3:16 “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”

Hablando palabras de exhortación, de consuelo con toda sabiduría, con alegría cantando al Señor con alabanzas, salmos, himnos.

Actuando como ciudadanos de ese otro mundo, del Reino de Dios, de justicia.

Debemos de andar con orgullo en nuestro pecho la bandera no de un país determinado, sino la bandera de Cristo en nuestros corazones, porque nuestra ciudadanía no es de este mundo.

Filipenses 3:20 “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;”

En este mundo solo estamos de paso, en otras palabras, como con una visa de residencia con poco tiempo de estadía, porque el regreso a nuestro futuro y eterno hogar está próximo, porque debemos estar preparados a la inminente venida de nuestro Señor Jesucristo.

Nosotros somos representantes de Cristo en la tierra
2 Corintios 5:20 “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.”

En el ámbito político, las funciones principales de los embajadores, en cada país, es representar a su gobierno, velar por los residentes de su país en tierra extraña, extenderles documentos para regresar a su país, ayudarlos en cualquier problema migratorio en ese otro país.  Atender a un funcionario de gobierno de paso o visita por ese país.

Si nosotros somos embajadores de Cristo en la tierra, igual debemos de hacer:  representar a Cristo en la tierra en nuestro país, velar por los "residentes" en la tierra extraña, llevar el evangelio y la promesa de salvación a otras personas, ayudarlos en este nuevo caminar, etc.

Debemos de anunciar las buenas nuevas del evangelio de Cristo para llevar a los perdidos a la reconciliación con Dios, para el perdón de los pecados y obtener la promesa de salvación y vida eterna.

No debemos de usar ropa “extranjera” como leímos en Sofonías, sino la “ropa” que represente que somos ciudadanos de Cristo.

Que Dios te bendiga y te guarde.

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