Esta mañana vamos a reflexionar sobre, los bienes que poseemos.
En la lectura inicial observamos, que nos dice que la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee, esto es que el hombre no solamente debe esforzarse duramente hasta dejar toda su vida por tener muchos bienes.
En el mundo natural, es normal que las personas que no conocen de Dios, conozcan a alguien por los bienes que tiene, y es común escuchar que a alguien que tiene dinero se le dice Don Fulano Tal o Doña Fulana de tal, por ejemplo si se llama Pedro López, o Petrona de López, por su posición económica se les dice Don Pedro o Dña Petrona, en cambio si estas personas no tuvieran recursos económicos, se les llamaría simplemente Pedro o Petrona, o pepa o pepa.
Y esto se puede distinguir en el saludo:
Buenos días Don Pedro o Dña Petrona,
en cambio a los que no tienen una posición económica solvente, se les dice:
Qué pasó Pedro, Petrona (pepe/pepa)
O para dar una referencia:
De la casa de Don Pedro/Dña Petrona, 2 cuadras al sur
De donde vive Pedro/Petrona 2cuadras al sur ( De donde pepe 2 cuadras al sur)
Pero Dios no hace distinción ni acepción de personas.
Todos somos iguales ante El.
La lectura inicial nos quiere decir, que nuestra vida no tiene solo que trabajar o vivir para tener grandes bienes, porque cuando luego lleguemos a alcanzarlos vamos a encontrar que nuestra vida se vuelve vacía, porque la meta que nos trazamos durante toda nuestra vida, ya la alcanzamos.